Muchos meses llevan los inversores en renta fija esperando este momento: ése en el que los bancos centrales inician el proceso de bajadas de tipos. Este jueves, el BCE (Banco Central Europeo) los recortó en otros 25 puntos básicos, tras la bajada que ya ejecutó el pasado mes de junio, que fue la primera en ocho años. Ahora, todas las miradas están puestas en Estados Unidos, donde el próximo miércoles, 18 de septiembre, la Reserva Federal celebra su reunión de política monetaria. La balanza se inclina ahora por un recorte de 25 puntos básicos en el precio del dinero, en lugar de los 50 que han llegado a barajarse. En cualquier caso, sería el primero que realiza en cuatro años.

La clasificación de los fondos de inversión sostenible o ESG (acrónimo que alude a los criterios ambientales, sociales y de gobernanza) necesita ser más rigurosa. Esto opinan, al menos, los expertos de CFA Institute, la asociación global de profesionales de la inversión (las siglas CFA responden a Chartered Financial Analyst, o Analista Financiero Certificado). Visite el portal especializado elEconomista ESG.

Las Juntas de Accionistas todavía siguen enganchadas a la presencialidad en España. Aunque el 97% de las compañías domésticas ya celebran sus citas anuales con sus inversores en formato híbrido (es decir, combinan lo presencial con lo online), lo cierto es que sólo el 5% de ellas las realiza de forma exclusivamente virtual. Este porcentaje, que es similar en Reino Unido o Portugal, contrasta radicalmente con los de países como Estados Unidos, donde el 75% de estos eventos se realizan de forma solo telemática, o los de Canadá y Alemania (con sendos porcentajes del 50%).

CaixaBank ha colocado este martes un bono social de 1.250 millones de euros a 8 años, en formato senior no preferente, según recoge la agencia Bloomberg. La emisión ha recibido peticiones por hasta 3.000 millones, una demanda que ha permitido estrechar el diferencial desembolsado por el banco: éste se ha reducido desde los 165 puntos básicos sobre midswap (el tipo de interés de referencia) inicialmente planteados, hasta los 130 puntos. Caixa también ha colocado este mismo martes otros 750 millones en deuda senior preferente; en este tramo no sostenible la demanda ha alcanzado los 1.200 millones. Han participado BofA, Commerzbank, HSBC, UniCredit y Nomura, además de la propia CaixaBank.

El Ibex 35 sigue siendo un índice de dividendos; esta es la fórmula retributiva predilecta para sus cotizadas. Sin embargo, en los últimos dos años, los integrantes del selectivo español han acelerado también la recompra y amortización de acciones propias. Se trata de otra forma de remuneración al accionista, que tradicionalmente se ha utilizado mucho más en Estados Unidos, pero que aterrizó en Europa hace unos años.

Los consejeros delegados de las empresas que cotizan en la Bolsa española se embolsaron, de media, 2,6 millones de euros en 2023, casi un 14% más que en el ejercicio anterior. Y, en el otro lado de la balanza, los presidentes ejecutivos de estas mismas empresas recortaron sus remuneraciones un 11%, hasta los 2 millones de euros. Estas son las conclusiones extraídas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tras analizar los informes anuales de remuneraciones de los consejeros de las sociedades cotizadas, así como los de gobierno corporativo -por sus siglas, IARC e IAGC- correspondientes al ejercicio de 2023.

Esta semana se han impuesto las compras generalizadas de deuda soberana, con las consecuentes caídas de las rentabilidades de los bonos. En los últimos 5 días, ante los retrocesos que han sufrido las bolsas, los inversores han mirado hacia la renta fija. Todo ello, con el impulso este mismo viernes del dato clave de la semana: las cifras mensuales de empleo en EEUU. Estas cifras, que hace un mes provocaron un crash en las bolsas, han seguido revelando signos de deterioro (en agosto se crearon 142.000 nóminas no agrícolas, frente a las 165.000 esperadas). Al mismo tiempo, en el lado positivo, la tasa de paro bajó una décima respecto al mes anterior hasta el 4,2%. Pero la inquietud ya se había asentado en el mercado.

A primeros de agosto, los temores a una recesión inminente prendieron entre los inversores y el mercado vivió serias turbulencias. Las bolsas sufrieron importantes caídas. En Europa, el EuroStoxx 50 se dejó más de un 6% entre el 31 de julio y el 5 de agosto; en España, el Ibex 35 cedió un 5,8%. No se libró del susto Wall Street, y menos aún los índices bursátiles ESG (los que aplican criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo): el MSCI World ESG Leaders, que agrupa a más de 700 empresas de todo el mundo con mejores prácticas sostenibles que sus comparables, se dejó un 6,5%; cayó un poco más, incluso, que su hermano tradicional, el MSCI World.

Las últimas subastas de Letras del Tesoro lo han dejado claro: las elevadas rentabilidades que han venido ofreciendo estos títulos de deuda no se mantendrán más. Ya a partir del pasado junio, todo aquel que ha renovado sus Letras a 12 meses ha tenido que hacerlo a un interés inferior al que venía percibiendo. La subasta del 6 de agosto marcó un antes y un después: la rentabilidad de la deuda del Reino de España a 1 año cayó por debajo del 3%, algo que no sucedía desde febrero de 2023; el interés medio se situó en el 2,95%. Y hace sólo unos días, en la emisión del 3 de septiembre, se repetía exactamente ese mismo porcentaje. Todo indica que, a partir de ahora, renovar las Letras a un rendimiento superior será casi misión imposible. Muy lejano parece ahora el 3,86% que llegó a pagar el Estado hace no tanto, en octubre de 2023; aquel fue el interés más elevado desde la crisis de la deuda periférica europea de 2012.

La curva de rendimientos de la deuda española se normaliza. La rentabilidad del bono español a 10 años -que en la tarde de este martes está retrocediendo, a la par que las bolsas caen- se sitúa actualmente en el 3,09%, por encima del 2,98% que ofrecen las Letras del Tesoro a 12 meses en el mercado secundario (donde se intercambian los títulos después de ser emitidos en las subastas, y al que el particular también tiene acceso). La brecha que se abre entre ambos activos, de 11 puntos básicos a favor del bono a una década, alcanzaba esta misma mañana los 15 puntos, la mayor desde noviembre de 2023. Una vez que ha abierto Wall Street, ese diferencial ha menguado. Las caídas se han desatado en el mercado de renta variable, lo que a su vez ha impulsado las compras de bonos soberanos, mermando la rentabilidad de los mismos.