
Esta semana se han impuesto las compras generalizadas de deuda soberana, con las consecuentes caídas de las rentabilidades de los bonos. En los últimos 5 días, ante los retrocesos que han sufrido las bolsas, los inversores han mirado hacia la renta fija. Todo ello, con el impulso este mismo viernes del dato clave de la semana: las cifras mensuales de empleo en EEUU. Estas cifras, que hace un mes provocaron un crash en las bolsas, han seguido revelando signos de deterioro (en agosto se crearon 142.000 nóminas no agrícolas, frente a las 165.000 esperadas). Al mismo tiempo, en el lado positivo, la tasa de paro bajó una décima respecto al mes anterior hasta el 4,2%. Pero la inquietud ya se había asentado en el mercado.
La principal referencia en España, el bono del Tesoro a 10 años, cae a media sesión de este viernes por debajo del 3%, un nivel que no ha perdido ningún día al cierre desde el pasado 1 de enero (aunque sí lo perforó durante la sesión del pasado 22 de agosto). El papel español a una década ha vivido, como el conjunto de la deuda pública, una semana de compras y, por tanto, de caídas del rendimiento. En los últimos cinco días, ha pasado del 3,13% al 2,986% en el que se mueve en la tarde de este viernes.
Por su parte, la rentabilidad de la Letra del Tesoro español a 12 meses ha seguido cediendo en el mercado secundario en los últimos días: a media sesión se mueve en mínimos no vistos desde marzo de 2023, cerca del 2,87%. Estos títulos de deuda han visto caer aún más su rendimiento desde la subasta del pasado martes, cuando el Tesoro colocó 4.079,8 millones de euros en Letras a 12 meses a un 2,954%. El bono español a 10 años aumenta su atractivo frente a las Letras, que el Tesoro coloca por debajo del 3%.
Con los temores presentes entre los inversores, el rendimiento del bono de EEUU a 10 años, que arrancó la semana en el 3,90%, se mueve a media tarde este viernes en el 3,69%. Las compras han predominado sobre las ventas también en el caso del T-Note, cuya rentabilidad, una vez publicados los datos de empleo, ha sufrido cierta volatilidad para después seguir profundizando en unos mínimos que ya datan de junio de 2023.
Más allá de estas dos referencias, en el cómputo semanal los principales cambios en el rendimiento los experimentaban el bono de Francia a 10 años, que en cinco días ha pasado de rozar el 3% a estar en el 2,88%, y su homólogo británico, que de estar prácticamente en el 4% se ha ido hasta el 3,90%.