El año 2023 está siendo positivo para el petróleo y complicado en el parqué para las empresas de energías limpias. Mientras que el barril de Brent se anota un 26% en los últimos tres meses y acaba de marcar su máximo anual, el índice de referencia para las renovables -el Global Clean Energy Index- se desploma un 23%. No sorprende, por lo tanto, que los fondos que invierten en petroleras se estén comportando mejor que los que lo hacen en energías alternativas. Visite elEconomista ESG.