economía
Son muchos los organismos nacionales e internacionales que apuntan a que los españoles nos jubilamos demasiado pronto, especialmente si se tiene en cuenta el aumento de la esperanza de vida y más teniendo en cuenta los problemas de los que adolece el sistema público de pensiones. En los últimos años, los distintos gobiernos han promovido medidas encaminadas a garantizar el futuro de las pensiones, como el retraso progresivo en la edad de jubilación, la introducción del llamado factor de sostenibilidad, ahora retrasado hasta 2023, para ajustar las pensiones a la esperanza de vida del beneficiario, y otros intentos que pasan por penalizar la jubilación anticipada voluntaria mientras se incentiva el retraso voluntario del retiro. Al final, uno de los principales problemas de la economía española es que existe una gran diferencia entre la edad legal de jubilación y la edad real. ¿Pero qué incentivos existen para retrasar voluntariamente la tan ansiada jubilación? Una de las creencias generalizadas es que permitirá disfrutar de una mayor cuantía en el retiro, pero un informe del Banco de España, publicado esta semana, desmonta esta teoría. Aunque es cierto que se gana más, esta parte proporcional de esperar hasta los 67, en vez de hacerlo a los 65, no compensa, asegura el organismo, no sale tan rentable como se pueda creer, puesto que es ínfima.