El otoño caliente que ha vivido la política catalana por la resaca del primer aniversario de los hechos que fueron del 1-O a la declaración unilateral de independencia y la aplicación del artículo 155 de la Constitución vivirá esta semana su traca final, que puede tener consecuencias para la estabilidad política a nivel nacional. Los acontecimientos que tendrán lugar esta semana, que culminará con la reunión del Consejo de Ministros en Barcelona el viernes 21 de diciembre, pondrán a prueba la relación entre el Gobierno y la Generalitat, así como la fuerza de movilización del independentismo o la capacidad de los Mossos d'Esquadra para mantener el orden público en Cataluña.