El otoño caliente que ha vivido la política catalana por la resaca del primer aniversario de los hechos que fueron del 1-O a la declaración unilateral de independencia y la aplicación del artículo 155 de la Constitución vivirá esta semana su traca final, que puede tener consecuencias para la estabilidad política a nivel nacional. Los acontecimientos que tendrán lugar esta semana, que culminará con la reunión del Consejo de Ministros en Barcelona el viernes 21 de diciembre, pondrán a prueba la relación entre el Gobierno y la Generalitat, así como la fuerza de movilización del independentismo o la capacidad de los Mossos d'Esquadra para mantener el orden público en Cataluña.
Pleno monográfico
La semana caliente empieza hoy con la celebración de un controvertido pleno monográfico en el Parlament -solicitado por Cs- sobre las sesiones del 6 y 7 de septiembre de 2017 en la Cámara catalana, cuando la mayoría independentista aprobó las llamadas "leyes de desconexión", es decir, la Ley del Referéndum de Autodeterminación y la Ley de Transitoriedad de la República catalana, que habilitaban la celebración del 1-O y la posterior declaración unilateral de independencia (DUI) de Cataluña.
Dicha aprobación fue cuestionada por toda la oposición y por los propios juristas del Parlament, que advirtieron que la tramitación podía incurrir en un delito de desobediencia al Tribunal Constitucional. El TC suspendió las dos leyes de desconexión y posteriormente las declaró inconstitucionales, lo que no evitó que los independentistas terminaran llevando a cabo el 1-O y la DUI.
Vistas preliminares
Tras rememorar el lunes dos de los días de mayor tensión política del procés, el martes empezará en el Tribunal Supremo la vista previa del juicio contra el exvicepresidente del Govern Oriol Junqueras y el resto de líderes independentistas, actualmente en prisión preventiva, que han sido procesados por rebelión, sedición, desobediencia y malversación.
El Tribunal Supremo deberá analizar si es competente para juzgar a los encausados o si, como sostienen las defensas, el proceso debería realizarse en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, ya que los hechos investigados se produjeron íntegramente dentro del territorio de esta comunidad autónoma. Los líderes indepedentistas procesados, muchos de los cuales se hallan en prisión preventiva en las cárceles de Lledoners (Barcelona) y Puig de les Basses (Girona), todavía no se sentarán este martes en el banquillo de los acusados, ya que se espera que lo hagan a partir de mediados de enero, una vez resueltos los pronunciamientos previos. No obstante, la tensión política y social que acompaña este juicio en Cataluña y el hecho de que los diputados presos de JxCat -Jordi Turull, Josep Rull, Jordi Sànchez y Joaquim Forn- lleguen a la apertura del proceso judicial en huelga de hambre no hace más que añadir más leña al fuego.
Campaña de protesta
Ante el inicio de la vista previa del juicio del procés, la CUP y una decena de organizaciones independentistas empezará el miércoles una campaña de protestas contra "los recortes a los derechos políticos, civiles y sociales". Bajo el lema Alcémonos desde el primer día del juicio. ¡Parémoslo todo!, la izquierda independentista llama a la "movilización popular" lo más amplia posible, en todo el territorio catalán y que tenga "incidencia económica y social", en línea con las huelgas generales que se vivieron el 3 de octubre y el 8 de noviembre de 2017 en Cataluña.
Aunque la CUP desvinculó esta campaña de las protestas previstas de cara a la celebración del Consejo de Ministros del 21 de diciembre en Barcelona, ambas movilizaciones coincidirán en el tiempo, con lo que se prevé que la Ciudad Condal sea el escenario de considerables manifestaciones el próximo viernes. Se da el añadido que el 21-D será el primer aniversario de las últimas elecciones autonómicas, convocadas bajo el amparo del 155 y que dieron la victoria a Cs, aunque los independentistas revalidaron su mayoría absoluta en el Parlament. Inicialmente, el Ejecutivo catalán pidió que la reunión ministerial se convirtiera en una cumbre bilateral entre los dos gobiernos estatal y autónomico, pero ante el rechazo a esta opción por parte de la Moncloa, la consellera de Presidencia, Elsa Artadi, afirmó que la fecha elegida se trataba de una "provocación". En lugar de dicho encuentro bilateral, el Gobierno ofreció a la Generalitat aprovechar el 21-D para repetir en Barcelona la entrevista que tuvieron el jefe del Govern, Joaquim Torra, con el presidente español, Pedro Sánchez, en julio en Madrid, una oferta que el líder socialista reiteró el viernes pasado.
Dispositivo de seguridad
Así, el clímax de la semana caliente en Cataluña será el encuentro del Gobierno central en Barcelona, que se celebrará en el edificio de la Llotja de Mar. Precisamente, la ubicación de la reunión del Consejo de Ministros fue un motivo de controversia durante toda la semana pasada, ya que tanto la Generalitat como los Mossos d'Esquadra advirtieron de la falta de idoneidad de este edificio, una joya del gótico civil catalán que actualmente es la sede de la Cámara de Comercio de Barcelona, para albergar el acto. Y es que la Llotja de Mar se encuentra en pleno casco antiguo de la ciudad, entre el mar, un entramado de estrechas callejuelas y vías rápidas de gran importancia como la Ronda Litoral, lo que puede representar problemas en materia de seguridad y movilidad.
Para proteger la comitiva ministerial en su trayecto de quince kilómetros desde el Aeropuerto de Barcelona-El Prat hasta el centro de la capital catalana, el Gobierno ha preparado un dispositivo que incluye quinientos antidisturbios y alrededor otro media millar de agentes de la Guardia Civiles, además de una escolta policial de 20 coches. Por su lado, el papel de los Mossos d'Esquadra será el de controlar las concentraciones de protesta que se han convocado frente a la Llotja de Mar para el mismo día 21-D.
Por el momento, los Comités de Defensa de la República (CDR) han convocado una movilización frente a la sede de la Cámara de Comercio, con el objetivo de dar "batalla" al Gobierno y bajo el lema El 21-D seremos ingobernables. Tumbemos el régimen. Por su lado, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) ha convocado a sus militantes y simpatizantes a realizar una "concentración masiva de vehículos" alrededor de Barcelona para dejar claro al Ejecutivo central que "no es bienvenido" a la ciudad. En un plano más temperado, Òmnium Cultural ha convocado un "consejo popular de ministros" durante la mañana del viernes, que reunirá a varias entidades civiles del ámbito soberanista en un "acto político" de protesta frente a la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona.
En el ámbito laboral, la Intersindical-CSC ha convocado una huelga general de 12:30 a 14:30 horas para protestar contra el "mantenimiento" de la reforma laboral por parte del Gobierno del PSOE, el decreto de "deslocalización de empresas" y las impugnaciones ante el TC de las leyes sociales aprobadas por el Parlament.
Recelo de los comerciantes
Ante la previsión de importantes protestas contra la celebración de la cumbre ministerial, el Consejo de Gremios del Comercio de Barcelona reclamó a las Administraciones públicas en un comunicado que, "respetando todas las visiones y opiniones", se mantenga "la normalidad social e institucional" durante la jornada del 21-D para garantizar la actividad comercial, especialmente en fechas tan señaladas como son los días previos a la Navidad. En una reunión la semana pasada, el Gremio solicitó "tranquilidad en una jornada que no debe ser conflictiva" y recordó que "la campaña navideña es la más importante del año para el comercio catalán". Por ello, la asociación pidió a los ejecutivos estatal y autonómico que "sumen en un tema común" como es la protección del comercio.