Periodista económico

Dice el tópico que la inflación es el impuesto a los pobres, y la realidad se encarga cada día de confirmarlo, especialmente aquí y ahora. Con una inflación subyacente estabilizada en el 7,5 % y una subida de los precios de los alimentos en zona de máximos alcanzando el 16,5% y llegando a superar el 30% en el caso de la mantequilla o de la leche, son ya 13,1 millones de personas, el 27,8% de la población, los españoles que se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, con datos de la Red Europea de Lucha contra la Pobre (EAPN-ES), mientras que en el segmento de los jóvenes son 539.000 los menores de 30 años en riesgo de pobreza. Panorama que alcanza el nivel de deplorable e indignante en el caso de los niños donde son 2,3 millones de menores, 3 de cada 10, los que viven en situación de pobreza, 900.000 de ellos en pobreza severa.

Opinión

Resulta cuando menos sospechoso que justo veinticuatro horas antes de que la Junta de Accionistas de Ferrovial decida sobre el traslado de la sede a Países Bajos, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, anunciara la creación de un observatorio para poner bajo control los márgenes de todas las empresas españolas.

Con premeditación y alevosía. No con nocturnidad, pero sí en festividad, el gobierno y sus socios parlamentarios de la Frankestein vuelven a utilizar la tramitación de reformas legislativas para intentar plantar cara a las encuestas y la proyección del voto ciudadano mediante la introducción de medidas destinadas a consumar el asalto y la usurpación de las instituciones del Estado y el sometimiento de aquellos estamentos  que todavía mantienen, o intentan mantener, la independencia y la efectiva división de poderes que es principio fundamental de los sistemas democráticos.

Opinión

Sin caer en el negativismo de los agoreros, pero sin avalar el triunfalismo desmesurado del Gobierno, es de justicia reconocer que lo datos del paro registrado en marzo son buenos. Sí; pero buenos ma non troppo, o lo que es lo mismo con reservas y, sobre todo, con muchas dudas acerca de si estamos de verdad ante una recuperación de nuestro mercado laboral o sólo ante un espejismo pasajero.

Se hizo esperar. Tanto que muchos fuimos los que dudamos de la viabilidad del proyecto y de las intenciones de su promotora. Pero al final Yolanda Díaz solemnizó la puesta de largo de Sumar. Y lo hizo sumando. Nada menos que 17 partidos a la izquierda del PSOE. Todos menos sus amigos de Podemos a los que ha dejado en la estacada. Al menos aparentemente porque si alguien en este país es mal enemigo ese es Pablo Iglesias, y las guarda.

Opinión

Se cumplió el guion escrupulosamente y la tasa de inflación general se redujo prácticamente a la mitad, hasta el 3,3% en el dato anticipado de marzo. Positivo, sí; pero solo a efectos estadísticos, y no para el bolsillo de los ciudadanos de a pie.

Se cumplió el guion escrupulosamente y la tasa de inflación general se redujo prácticamente a la mitad, hasta el 3,3% en el dato anticipado de marzo. Positivo, sí; pero sólo a efectos estadísticos, y no para el bolsillo de los ciudadanos de a pie. Porque la realidad es que el origen principal de este descenso inflacionario está en el llamado “efecto escalón”, es decir, el resultado que se produce cuando los precios han subido mucho en un período determinado y que, un año después, vuelven a moderarse en su variación interanual no por un descenso real, sino como en este caso por comparar con marzo del año pasado que fue el primer mes en que se notó el impacto derivado de la invasión rusa de Ucrania.

Si algo diferente tuvo el simulacro de moción de censura con que nos amenizó Santiago Abascal, a mayor gloria de Sánchez, fue la puesta de largo de la hasta ahora monaguilla del caudillo, Yolanda Díaz, a la que Patxi López ascendió a presidenta segunda del Gobierno. ¿Lapsus o premonición? Porque hechuras tiene como discípula aventajada de su jefe en descaro, ambición, autocracia, tergiversación, enredo y vanidad.

Se equivocaba Santiago Abascal, también en esto, cuando reprochaba a los periodistas que ya tuviéramos escrita la crónica de su moción de censura. Se equivocaba, al menos en lo que concierne a este cronista, porque si bien pensaba escribir la reseña de un sainete, me encontré reseñando un tragicomedia. La protagonizada por Calixto Abascal y Melibea Sánchez en una relación de amor odio interesado, con Núñez Feijóo como convidado de piedra y Ramón Tamames de artista invitado.

En paralelo a su impacto negativo sobre los precios al consumo con sus repercusiones a nivel interno sobre la mortalidad empresarial, el empleo, la pérdida de poder adquisitivo y el empobrecimiento general de los ciudadanos, los niveles de inflación disparada que afectan a la economía europea en general y a la española en particular se están convirtiendo también en un lastre añadido para las exportaciones y el conjunto de la actividad de las empresas españolas en el exterior, afectadas por una alarmante pérdida de competitividad y el encarecimiento de las compras, con el añadido de la subida de los tipos de interés y la revalorización del euro frente al dólar.