Opinión

El espejismo de los precios

. ee

Se cumplió el guion escrupulosamente y la tasa de inflación general se redujo prácticamente a la mitad, hasta el 3,3% en el dato anticipado de marzo. Positivo, sí; pero sólo a efectos estadísticos, y no para el bolsillo de los ciudadanos de a pie. Porque la realidad es que el origen principal de este descenso inflacionario está en el llamado "efecto escalón", es decir, el resultado que se produce cuando los precios han subido mucho en un período determinado y que, un año después, vuelven a moderarse en su variación interanual no por un descenso real, sino como en este caso por comparar con marzo del año pasado que fue el primer mes en que se notó el impacto derivado de la invasión rusa de Ucrania.

Por eso se entiende poco la euforia del Gobierno y de sus voceros mediáticos sacando pecho por un dato inflacionario que, de momento sólo es un espejismo y que, en todo caso, más que un descenso de los precios apunta a una desaceleración en la subida que el INE explica por la caída de los precios de la electricidad, los carburantes y el transporte, pero que no se refleja en la cesta de la compra como muestra el dato de inflación subyacente, sin computar la energía y alimentos sin elaborar, que queda prácticamente estabilizado en el 7,5%. Al tiempo que, en el caso de la energía, algunos analistas apuntan a un cambio en el método de cómputo de la electricidad, pasando de utilizar la relativa al mercado libre a sustituirlo por las tarifas del mercado regulado.

El descenso estadístico este de la tasa de inflación que, olvídense, tampoco va a servir para evitar nuevas subidas de tipo de interés, que las decide el Banco Central Europeo que, recordemos, para garantizar la estabilidad de las economías tiene como objetivo que los precios suban como máximo un 2% anual por lo que no es de extrañar que este 3,3% en sólo un mes sea un dato alarmante. Sobre todo porque los expertos, como en el caso de FUNCAS, anuncian ya que el próximo mes el efecto escalón actuará en sentido contrario haciendo que los precios al consumo aumenten hasta el 4,5% en abril.

Todo ello con el añadido de que los precios de los alimentos todavía no han tocado techo porque los analistas constatan que los fabricantes están empezando a repercutir ahora el incremento de los costes en el producto final. Subida que todavía no se ha traslado al precio final en las tiendas y supermercados.

De hecho, si analizamos la evolución durante los últimos dos años vemos que el incremento de los precios reales ha sido de un 13%, lo que explica en parte que el poder adquisitivo de los españoles haya caído a niveles de 1996, un retroceso de 27 años, y que, con datos de Eurostat, la oficina estadística de la Comisión Europea, España sea el país de la UE que más PIB per cápita ha perdido desde 2018, nada menos que 590 euros por cada español, mientras que nuestra deuda pública se ha incrementado hasta en 5.000 euros por persona.

Y en este contexto el Gobierno, que sigue sin deflactar el IRPF, nos endosa una reforma de las pensiones que no garantiza la sostenibilidad del sistema, al actuar sólo por el lado de los ingresos sin recortar gastos, sino que en realidad supone una subida de los impuestos al trabajo aumentando las cotizaciones a las empresas y también a los trabajadores que van a ver cómo se reducen sus ingresos en la nómina. Para decirlo en román paladino, que el gobierno que se autodefine como el más social de la historia es el gobierno que más nos ha empobrecido de la historia.

comentariosicon-menu1WhatsAppWhatsAppTwitterTwitterLinkedinlinkedinBeloudBeloud
FacebookTwitterlinkedin
arrow-comments

Comentarios 1

En esta noticia no se pueden realizar más comentarios

yomismo
A Favor
En Contra

Que si, cuando los precios suben es por culpa de Sánchez y cuando bajan es a pesar de Sánchez.

SE te ve muy neutral, leyendo tus artículos no se sabe si eres simpatizante del PP, del PSOE, de Vox, de Podemos o incluso de Bildu

Puntuación -10
#1