Director adjunto de elEconomista. Asesor del Fondo Tressis Cartera Eco30. Promotor del Eco10 y Eco30 Stoxx

El efecto Trump en mercado ha durado un trimestre. Esta semana un inversor americano ha dilapidado toda ganancia conseguida en Wall Street tras la victoria del republicano, ha empezado a ver serios números rojos en el año, y un inversor europeo se ha metido en doble dígito de pérdida en 2025 si se suma la debilidad del dólar.

Una de las películas que más veces he visto es Cinema Paradiso. La dirección de Giuseppe Tornatore y la música de Ennio Morricone bruñen una de esas joyas que nunca dejaré de tener ganas de ver. Para mí en la vida hay algo de esta película y es lo que Alfredo, el viejo proyector cinematográfico, le dice a Totó, el niño que se enamora de las películas: "Hagas lo que hagas, ámalo; como amabas la cabina del Cinema Paradiso cuando eras niño". El director ganador del último Oscar, Sean Baker, al recoger la estatuilla, hacía la siguiente reflexión: "¿Dónde nos enamoramos de las películas?" –Y enfatizaba para hacer más potente su reflexión–. "Cineastas sigan haciendo películas para la gran pantalla. Distribuidores estrenen las películas en el cine. Padres lleven a sus hijos a las salas de proyecciones para que las futuras generaciones amen el cine".

El pasado miércoles celebramos la vigésima edición de la CFA Research Challenge, concurso que busca fomentar el talento entre las promesas de análisis financiero, y del que elEconomista.es lleva siendo medio promotor desde que hace dos décadas iniciaron este proyecto Ángel Santodomingo (Santander) y Borja Durán (Wealth Solutions). La victoria se la llevó por primera vez la Universidad de Navarra, que se suma a lista de vencedores encabezada por IE (7); ESADE (4); Carlos III (3) y EADA, IEB, UNED y CIFF, con una victoria cada centro de estudios. Como no podía ser de otra forma, después del acto de entrega en la sala de Liquidación de la Bolsa de Madrid, el pequeño parlamento británico de madera, que es el sitio que más me gusta del edificio del Palacio de la Plaza de la Lealtad, se hablaba en corrillos de mercado.

El ahorro de largo plazo está ligado a la consecución de objetivos vitales, pero en ocasiones despreciamos las posibilidades que nos ofrece lo que hemos conseguido y matamos por la parte fiscal poder alcanzar cimas mayores. Un inversor me contaba esta semana que había deshecho la posición de medio de millón de euros en fondos para comprarse una vivienda. Estaba encantado con la operación, pese a que la mitad de la venta habían sido plusvalías por las que tenía que tributar, al 27%, e iba a tener que pagar a Hacienda 70.000 euros.

Nadie habría imaginado un comienzo de año tan espectacular de mercado como el de 2025. Mes y medio con rentabilidad de doble dígito en las bolsas europeas, con subidas del 10%, parecía impensable tras dos buenos años de mercado. En la cabeza de los inversores estaba la consecución de los máximos históricos del principal índice de la bolsa europea, el EuroStoxx 50, los de la Burbuja.com –el récord de 2000–, para dejar atrás un pozo en el que nos hundimos y del que no hemos podido salir tras cuatro crisis posteriores: la crisis bancaria de Lehman; la posible ruptura del euro; la Covid y la guerra de Ucrania. Pues ya se ha conseguido esta semana superar el antiguo récord histórico.

Hemos escuchado en algunas ocasiones que, para llegar a un buen acuerdo, las dos partes que lo firman tienen que acabar perdiendo algo. El estilo abusivo y gansteriano de Trump da la sensación que rompe con esta premisa, pero la realidad acaba demostrado que se trata de un perro muy ladrador pero no demasiado mordedor. El mundo se divide entre quienes adoran o demonizan al mandatario, pero no causa indiferencia. Los mercados sí le conocen, y por eso cuando un perro te muerde acabas haciéndote más daño al tirar para zafarte que por la marca que te hace para conseguir sus objetivos.

La aparición el lunes de la Inteligencia Artificial china de DeepSeek provocó una de esas jornadas de desconcierto que tanto ruido generan sobre el mercado para los que no están en el ruedo como incertidumbre a los inversores reales que si torean. Hay quien con muchos años de experiencia llegaba a comentar que estábamos en la antesala de otra Burbuja.com, porque relacionaba las fuertes correcciones que se estaban produciendo entre los fabricantes de microprocesadores con la realidad de que hemos entrado en territorio burbuja en los mercados: al pagarse un 20% por encima los multiplicadores de beneficios.

La gestora francesa La Financière de L'Echiquier (LFDE), que cuenta con más de 30 años de trayectoria y 26.000 millones de euros de patrimonio, quiere reproducir en España el éxito de la marca en el país galo, para lo que planea pasar de los 300 millones que maneja actualmente en el mercado ibérico a 1.000 millones en los próximos cinco años. Su country head en España, Iván Díez Sainz, cree que los catalizadores que tiene la bolsa europea ayudarán al crecimiento de la firma fundada por Didier Le Menestrel, especializada en renta variable.

El vector seguramente más importante en la cotización de BBVA es el peso mexicano, porque es el país que genera más en su negocio y porque consume menos capital. Por ese motivo, el escenario en su opa sobre Sabadell sigue siendo de viento cada vez más en contra, porque todo apunta a la fortaleza del dólar –hasta que alcance la paridad con el euro– y, por tanto, a la debilidad de las divisas emergentes. Por eso la posibilidad de sacarse un as de la manga a BBVA se le complica justo ahora que parece que la partida está perdida cuando la oferta de canje está muerta, una vez desaparecida la prima en la ecuación para el accionista de Sabadell. La opa está en vía muerta si a la inexistencia de prima se añade la decisión táctica de Sabadell de retornar su sede a Cataluña, que aunque no mejora en nada la cuenta de resultados, introduce una tangente política con tanta profundidad como la económica. Oliu ha volado el último puente cansado de que BBVA no crea que Sabadell vale más y no mejore su oferta.

Ganador de la Liga española 2024

José Ramón Iturriaga siempre ha sido un convencido de las bondades de la bolsa española hasta el punto de que su apuesta por los bancos y el sector inmobiliario han acaparado gran parte de su cartera desde hace años. En los últimos ejercicios, con la normalización de tipos de interés, la estrategia ha dado finalmente sus frutos, con un 25,83% de rentabilidad en su fondo Okavango Delta en 2023 y un 21,26% el año pasado, lo que le situó como líder de la Liga española de la gestión activa de elEconomista.es en 2024.