Análisis
28/01/2016, 21:20
Thu, 28 Jan 2016 21:20:47 +0100
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El dividendo como concepto estaba inventado antes de Cristo, ya Sinuhé el egipcio -Mika Waltari- nos cuenta que "no tenía que guardar oro en mi casa, porque atrae a los ladrones y a los bandidos. Todo mi oro estaba inscrito en los registros de las compañías de navíos de Simyra que mandaban barcos a Egipto, a las islas del mar y al país de Khatti... Algunos no regresaban jamás a puerto, pero la mayor parte volvían y mi cuenta en los registros de las compañías crecía". Por fortuna en aquella época el dividendo no se reinterpretaba al gusto del pagador sirviéndose de subterfugios como el scrip, que lo que hace es diluir al accionista del beneficio futuro para quien lo cobra en metálico. Si el inversor escoge quedarse con las acciones, su reparto de la tarta de las ganancias es el mismo, y lo único que tiene son más papeles. Papeles que en conjunto aspiran al mismo potencial de ganancia de los que tenía en un principio.