En este caso, el efecto bola de nieve no ha sido necesario. De hecho, ha sido precisamente su diminuto tamaño lo que más ha inflamado la preocupación de una sociedad que, hasta hace apenas unas semanas, poco conocía de su existencia. La crisis de los pellets en las costas gallegas ha contagiado la inquietud por la contaminación por plásticos de los ecosistemas. A escala doméstica, ha servido también para incendiar un atípico proceso electoral que, hasta entonces, sólo tenía de inusual el hecho de no mostrar, no pocos años después, a Alberto Núñez Feijóo en los carteles del Partido Popular. Más allá, el desastre ha trascendido los desfiladeros de Galicia salpicando los debates europeos, en plena negociación de una nueva normativa contra la contaminación por plásticos.

El sector de la automoción genera en España cerca de 1,2 millones de toneladas de residuos anuales y más de la mitad de ellos se producen al final de la vida útil de los vehículos. La manipulación inadecuada puede contaminar el medio ambiente, lo que hace necesario impulsar la transición del sector hacia una economía circular que reduzca el impacto medioambiental vinculado a la producción y el tratamiento de los vehículos al final de su vida útil limitando el consumo, el gasto de recursos y la producción de residuos y reforzando, además, la sostenibilidad y el reciclado de la industria del automóvil.

Su programa electoral únicamente mencionaba las medidas relacionadas con el medio ambiente de forma testimonial y en numerosas ocasiones ha negado abiertamente la existencia del cambio climático. Incluso se ha mostrado partidario de privatizar los ríos o el mar. Javier Milei accede a la presidencia de Argentina con una política casi inexistente desde el punto de vista medioambiental, y durante los próximos cuatro años marcará el rumbo del país con la intención de enfrentar la crisis económico-financiera que arrastra apoyándose, entre otras cosas, en la extracción de recursos naturales con importante demanda en el mercado internacional como el litio, el gas, el cobre o los minerales raros. Esta perspectiva supone una gran dificultad en términos de sostenibilidad y ha desatado las alarmas entre las organizaciones ecologistas, que advierten del negativo impacto que estas reformas tendrán en la lucha contra el calentamiento global.

Por aire, desde tierra y, por supuesto, en el mar. Salvamento Marítimo pelea contra la contaminación de las aguas persiguiendo y evitando descargas ilícitas de buques e instalaciones mediante una compleja red de sistemas de detección y seguimiento con el fin de minimizar del impacto de los vertidos. Mónica Mulero, su directora de Operaciones, coordina estas actuaciones cada vez más eficientes gracias a la tecnología.

La reciente celebración de la COP28 ha vuelto a poner de manifiesto la urgencia de actuar para evitar el colapso climático. "Es esencial unirse en torno a soluciones reales, prácticas significativas que estén a la altura de la escala de la crisis climática", afirmaba António Guterres, secretario general de Naciones Unidas en la celebración de la Cumbre del Clima. Políticos, científicos e investigadores de todo el mundo insistieron durante el encuentro en la necesidad de diseñar estrategias directas que permitan enfrentar las consecuencias del calentamiento global y confluir hacia una economía común neutra en carbono en diferentes ámbitos y sectores industriales.

Se revela ya como uno de los principales retos de la industria eólica: según los datos de la Agencia Eólica Europea WindEurope, a principios de la década más de 34.000 aerogeneradores instalados en el continente contaban ya con más de 15 años y, teniendo en cuenta que su vida útil se mueve en la horquilla de los 20 y los 25 años, idear sistemas y protocolos para lograr su reciclaje se
convierte en una necesidad si no se quiere, después de apostar por las energías limpias, asumir unos efectos potencialmente nocivos derivados de un ciclo incorrectamente cerrado.

"Nuestra circunstancia ha sido la pandemia y nuestra elección será la modernización y recuperación de España. Tenemos que crecer de una forma más competitiva y, sobre todo, sostenible". Así quedó firmado el compromiso del Gobierno el 7 de octubre de 2020, cuando el presidente Pedro Sánchez presentó el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, sustentado en los fondos europeos Next Generation aprobados por los 27 tras la crisis de la Covid-19 y de los que a nuestro país corresponde alrededor de 160.000 millones entre transferencias y préstamos.

Desde finales de octubre, la Albufera no cumple con los niveles mínimos fijados por la Consejería de Medio Ambiente valenciana para garantizar el adecuado funcionamiento del ecosistema durante el periodo que transcurre entre los meses de noviembre y enero. La falta de lluvias y los continuados vientos de Poniente que se han registrado en las últimas semanas han intensificado la sequía que experimenta el humedal, poniendo en peligro el bienestar medioambiental del espacio. La falta de agua en el lago es cada vez más preocupante, tanto que en algunas ocasiones llega a situarse por debajo del nivel del mar propiciando la entrada de agua salada, una situación que contribuye a empeorar todavía más la frágil estabilidad del acuífero.

Cataluña se asoma al recién iniciado 2024 sabiendo ya que seguirá marcando hitos en su situación de sequía. Después de 36 meses viendo llover apenas unas gotas, la Comunidad sufre ya la peor escasez de agua de su historia por su extensión, duración e intensidad. Los expertos apuntan a que, para revertir la situación, sería necesario que lloviera en un espacio corto de tiempo toda la lluvia que recibe la ciudad de Barcelona en un año sin atisbo de sequía.

ENERGÍA

La Comunidad de Regantes de Villafranca de Córdoba, en Andalucía, va a contar próximamente con el primer PPA (Power Purchase Agreement o contrato de compraventa de energía) fotovoltaico de autoconsumo previsto para un conglomerado de explotaciones agrícolas de regadío.