Cuando se acercan unas elecciones, es muy habitual que amigos y familiares pregunten a sus "economistas de cabecera" por la situación del país. Esperan una especie de análisis objetivo que les confirme en los sesgos que, inevitablemente, todos tenemos. Debo reconocer que disfruto buscando aquellos datos que desmienten a mi interlocutor, cuando me toca el turno. La situación económica actual de España encaja fantásticamente con esta inocente gamberrada.

Director Departamento Economía // Universidad Pontificia Comillas - ICADE