Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Al Ibex volar por encima de los 16.000 puntos. A la economía española a las puertas de la Champion League. Dos crisis de las gordas en las muescas del revolver del Tuco. Francotirador de cualquier tema que huela a burbuja. En elEconomista.es desde 2016 y siempre en la trinchera de Internet. Chiflado del cine, por si no se nota.

La inflación puso de moda los años setenta y hasta el final del ciclo alcista de los tipos de interés, el mercado ha vuelto a resucitar una época salvaje, donde la subida de precios estaba combatida con cañonazos de tipos de interés y luego con recortes bruscos para evitar el desastre económico. Solo en esta clave se puede entender la euforia que se ha desatado alrededor de los tipos de interés. El mercado descuenta recortes de tipos masivos, que podrían llegar tan pronto como a final del primer trimestre de 2024. Según se acercan citas clave como la reunión de la Fed de este miércoles o la del BCE de próximos jueves, los ánimos se están enfriando. Casi ningún experto compra la idea de que en abril el BCE podría ejecutar el primer recorte y en marzo también la Fed. Y quien la compra habla de duras recesiones para 2024. Tampoco está sobre el papel una cascada de recortes. Ahora mismo ese escenario va contra la lógica y la historia de ambos bancos centrales.

Por primera vez desde 2005, el tipo de euríbor a más largo plazo ofrece menos interés que el euríbor a una semana. Este cortocircuito del mercado interbancario se produce porque los bancos comerciales europeos han comenzado a aplicarse bajadas en los tipos de interés para el capital que se prestan a un año, al anticipar los futuros recortes de tipos del BCE para 2024.

El euríbor ha cambiado de comportamiento respecto a los anteriores ciclos alcistas de tipos de interés. Antes de que el BCE abriera la puerta a los tipos negativos, el famoso índice siempre había anticipado las subidas del banco central, pero nunca lo había hecho con las bajadas. De hecho, siempre había aplicado a los hipotecados una prima de castigo antes de comenzar a descender. Los expertos lo achacan a que el euríbor todavía toma de referencia los tipos de depósitos del BCE, que se volvieron la referencia del mercado en la época de tipos negativos.

Disney constituye actualmente el mayor gigante de la industria audiovisual. Las adquisiciones de Marvel (2009), Lucasfilm (2012) y 21st Century Fox (2019) expandieron el imperio de Mickey Mouse, gracias al buen desempeño de sus productos, llegando a situar dos películas -Endgame y Avatar 2- entre las tres cintas más taquilleras de la historia. Además, su servicio de streaming 'Disney +' es el tercero con más suscriptores en el mundo, por detrás de Netflix y Amazon. Sin embargo, la firma de Bob Iger está lejos de vivir como 'Kuzco' en 'El emperador y sus locuras', pues sus películas y series no rinden al nivel esperado y Disney+, su plataforma de streaming, ha experimentado pérdidas de suscriptores. Bajo sospecha están la calidad de los productos audiovisuales de Disney y su modelo de negocio en un sector -el del entretenimiento- que afronta múltiples dificultades.

hipotecas

El euríbor a doce meses, al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas a tipo variable, se sitúa este lunes 4 de diciembre de 2023 al 3,794%, el nivel más bajo desde el pasado mes de mayo. El índice se sitúa por cuarto día consecutivo por debajo de la barrera del 4%. Expertos y futuros apuntan a que en diciembre se puede consolidar el dato por debajo de este nivel, por primera vez desde mayo.

De los rascacielos de la gran pantalla ya no cuelgan telarañas como las de antes. El hombre araña y su tropa, Los Vengadores, han salvado el mundo en el cine con un gran éxito, cosechando 30.000 millones de euros en más de 33 películas desde el estreno de Iron Man en 2008. Sin embargo, los últimos datos en taquilla de las películas de Marvel han sido decepcionantes, y ello sería un problema específico para Disney si no fuera porque DC también ha tenido fiascos este año. Esta situación ha generado las dudas sobre un posible cansancio de este género de películas entre el público, y respecto al formato de interconexión narrativa que tan bien han funcionado en estos últimos años, para desazón de Martin Scorsese.

Los mercados financieros anticipan que los primeros recortes de tipos de interés para el BCE y la Reserva Federal se ejecutarán en marzo del próximo año. Pese a que los últimos datos de inflación son favorables para comenzar un ciclo bajista, hay piezas que no terminan de encajar. Sobre el BCE planea las mismas incertidumbres que atraviesa la Fed con el mercado laboral. El milagro de que el desempleo esté en mínimos históricos y la amenaza real de más subidas de salarios.

Tras casi dos años de subidas ininterrumpidas, para los analistas, el euríbor ha tocado por fin techo en el actual ciclo restrictivo de los tipos de interés. Con la referencia en máximos de 2008, el mercado ya proyecta su trayectoria descendente y los expertos confirman que 2024 será el año en el que cambie la tendencia para el índice hipotecario. En todo caso, la moderación de las hipotecas será progresiva y las familias no verán las primeras revisiones a la baja hasta primavera.

Parece claro que más pronto que tarde bajará el euríbor, pero esto no significa que las mensualidades de las hipotecas comiencen a redurcirse en las próximas revisiones. Las hipotecas a tipo variable se revisan habitualmente cada doce meses, pero también puede darse el caso de actualización de la cuota cada seis meses. Para notar una rebaja en la cuota, el euríbor deberá bajar por debajo del nivel alcanzado el año pasado en el mismo mes o hace seis meses.

La CEOE propondrá a sindicatos y Gobierno subir el salario mínimo interprofesional (SMI) un 3% para 2024, desde los 1.080 euros actuales por catorce pagas hasta los 1.112,4 euros al mes, y aplicar otra subida del 3% para 2025, lo que le situaría por entonces en 1.145,77 euros mensuales. La última subida pactada por Gobierno y sindicatos para este 2023 fue del 8%. La propuesta se queda muy alejada de la previsible hoja de ruta que adopte el nuevo Ejecutivo de Sánchez para conseguir que el SMI sea al menos el 60% del salario medio español.