La crisis de los 40 años azota actualmente el parque inmobiliario español. Más de la mitad de las viviendas superan esa edad desde su construcción; presentando una deficiente calificación energética frente a la media de los hogares europeos. Añadido a ello, cuatro de cada cinco edificios en España son energéticamente ineficientes, suponiendo el 80% del parque total.