La ANC, ¿condenada a la irrelevancia?Hace unos días, la Generalitat de Cataluña decidió poner final a los cortes en la Meridiana de Barcelona que la Asamblea Nacional Catalana (ANC) lleva convocando cada semana desde la sentencia del procés. O al menos trasladarlos a una calle aledaña ante el hartazgo de los vecinos, transeúntes y empresas que llevan protestando dos años por el trastorno que les supone el numerito de los de Elisenda Paluzie. Pero a la ANC esto no le ha sentado nada bien, y ha lanzado una ofensiva contra ERC, Junts y CUP por “traicionar el independentismo”. Y como demostración de fuerza organizó una concentración ante el Parlamento de Cataluña este pasado sábado. Una cita que solo congregó a 800 personas, lo cual para los estándares de hace años es un resultado preocupante que se suma a los pinchazos de los últimos meses, como la Diada. A fin de cuentas, el único sentido de su existencia es su poder de convocatoria. Así lo aseguran fuentes del nacionalismo catalán, que avisan de que el panorama político ha cambiado en los dos últimos años y ciertas actitudes y modos son una molestia para sus intereses. Desde la ANC avisan de que no se dan por vencidos. “No pueden tratarnos como a los tontos útiles y dejarnos tirados”, se quejan.