¿Cesará Ayuso a sus consejeros 'pro-Casado'?

Las secuelas de la crisis del PP llegan a la Puerta del Sol y amenazan con desatar un baile de consejeros. Se rumorea que Isabel Díaz Ayuso quiere mostrar la salida a los consejeros señalados como partidarios de Pablo Casado. Se habla, en concreto, del consejero de Justicia, Interior y Presidencia, Enrique López; el de Transportes, David Pérez; y el de Administración Local y Digitalización, Carlos Izquierdo. La sempiterna guerra interna en el PP de Madrid parece centrar su próxima batalla en estos tres nombres, hasta el punto de que algunos medios no dudan en calificarles de "traidores". Sin embargo, su destino no se decidirá hasta mayo, que es cuando se prevé que la presidenta de la Comunidad realice una remodelación de su Gobierno. Pero el alcance que tenga es, hoy por hoy, una incógnita sujeta a lo que ocurra tras el consejo extraordinario del PP. Además pesa, y mucho, cómo se recompondrá la relación con el ex portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, que optará a la reelección como alcalde de Madrid en 2023.

Montero se la juega el próximo 8 de marzo

La manifestación prevista en Madrid para este ocho de marzo, Día Internacional de la Mujer, puede ser una de las más decepcionantes en términos de movilización. Por debajo incluso de la de 2020, celebrada bajo la sombra del Covid-19 y que ya redujo la asistencia a menos de la mitad de años anteriores. La Delegación de Gobierno estima un caída del 75% de los manifestantes, pese a que la situación sanitaria es muy diferente, con la sexta ola ya en remisión y la mayoría de la población vacunada. La razón no es solo porque en 2020 cayó en domingo y este año lo hará en martes. La creciente división entre los colectivos organizadores también pesa, pese a los esfuerzos de la ministra de Igualdad, Irene Montero, de relanzar una movilización de la que depende, según comentan en Unidas Podemos, su futuro político. Y es que el pulso que mantiene con Yolanda Díaz no es ajeno al feminismo, sobre todo después de que la gallega afirmara haber avisado al Gobierno de la inconveniencia de la marcha de 2020 por la irrupción de la pandemia.

El declive de Podemos aviva la lucha interna

Nadie puede decir que los resultados electorales de Podemos en Castilla y León hayan sorprendido, ni siquiera en el seno de la propia formación morada. Desde la derrota de Pablo Iglesias a manos de Isabel Diaz Ayuso, hay consenso en que la marca está gastada y hay que revitalizarla. Al hilo de este diagnóstico se entiende la demora de Yolanda Díaz a la hora de definir ese proyecto de izquierdas con el que pretende concurrir como candidata a las generales. También sus reparos a la hora de participar en una campaña electoral autonómica en la que no quería quemarse. Pero esto está provocando tensiones cada vez más evidentes entre ella y las otras dos líderes tras la marcha de Iglesias: Ione Belarra e Irene Montero, que exigen celeridad y claridad para reconquistar a su electorado, manteniendo los ejes de su discurso y, ante todo, su Ejecutiva. Algo que la ministra de Trabajo ve cada vez más complicado. "El problema es que en Podemos hay más politólogos que políticos y no ven que los votantes ya no son los mismo que hace cinco años", advierten los partidarios de la gallega. Pero sus adversarias consideran que el batacazo en Castilla y Léon refuerza sus tesis: el nulo efecto Díaz en las urnas demuestra que el votante no entiende la nueva estrategia de Unidas Podemos ni a quien la dirige. El choque en el seno de la formación se considera ya inevitable.

La reforma laboral crispa a Sánchez y Bolaños

Los ecos de la delirante jornada de votación de la reforma laboral en el Congreso siguen retumbando y alimentando rumores. Sobre todo en Moncloa, donde se habla de una monumental bronca entre Pedro Sánchez y su mano derecha, Félix Bolaños. Este fue quien dirigió la negociación con la oposición y a quien muchos reprochan el error de haber apostado por la vía de Ciudadanos y UPN, al margen de los socios habituales de la coalición. Parece que la discusión empezó por un reproche del presidente al que Bolaños replicó que aquella era la única forma de aprobar la norma sin tocar ni una coma a lo pactado con patronal y sindicatos. A partir de ahí, la cosa fue creciendo de tono. Fuentes de Moncloa niegan rotundamente la mayor y recuerdan que no es propio de ninguno de los dos perder los papeles. Aunque sí admiten que el hecho de salvar una reforma laboral in extremis y por el error de un diputado del PP ha mostrado la debilidad parlamentaria del Gobierno. “Bolaños tiene que evitar que algo así se repita”, señalan.

La ANC, ¿condenada a la irrelevancia?Hace unos días, la Generalitat de Cataluña decidió poner final a los cortes en la Meridiana de Barcelona que la Asamblea Nacional Catalana (ANC) lleva convocando cada semana desde la sentencia del procés. O al menos trasladarlos a una calle aledaña ante el hartazgo de los vecinos, transeúntes y empresas que llevan protestando dos años por el trastorno que les supone el numerito de los de Elisenda Paluzie. Pero a la ANC esto no le ha sentado nada bien, y ha lanzado una ofensiva contra ERC, Junts y CUP por “traicionar el independentismo”. Y como demostración de fuerza organizó una concentración ante el Parlamento de Cataluña este pasado sábado. Una cita que solo congregó a 800 personas, lo cual para los estándares de hace años es un resultado preocupante que se suma a los pinchazos de los últimos meses, como la Diada. A fin de cuentas, el único sentido de su existencia es su poder de convocatoria. Así lo aseguran fuentes del nacionalismo catalán, que avisan de que el panorama político ha cambiado en los dos últimos años y ciertas actitudes y modos son una molestia para sus intereses. Desde la ANC avisan de que no se dan por vencidos. “No pueden tratarnos como a los tontos útiles y dejarnos tirados”, se quejan.

El Gobierno se escaquea en transparencia

El Gobierno acumula hasta 1.200 reclamaciones activas por incumplimiento de la Ley de Transparencia, que le obliga a dar cuenta de aquella información que le transmiten los ciudadanos a través del Portal telemático creado a tal efecto en 2013. Hay que tener en cuenta que por "reclamaciones activas" nos referimos solo a las negaciones de información que han sido recurridas ante el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, con lo que la cifra real puede ser mucho mayor. Este sistema, creado por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, excluye aquellas consultas que pueden resolverse por otras vías, como por ejemplo los datos que son públicos, o que afectan a cuestiones confidenciales o que comprometen la Seguridad Nacional. Y a esta vía es a la que se aferra el Ejecutivo de Pedro Sánchez para denegar cuestiones de todo tipo, desde las veces que ha usado el Falcon para ir a mítines a los claroscuros de la gestión de la pandemia o la publicación de informes enterrados en algún cajón. Un escaqueo que explica la caída de España en los rankings de calidad democrática.