Opinión

Se habla del 'escaqueo' de Sánchez, las promesas de marzo y el nuevo destierro de Puigdemont

El Gobierno se escaquea en transparencia

El Gobierno acumula hasta 1.200 reclamaciones activas por incumplimiento de la Ley de Transparencia, que le obliga a dar cuenta de aquella información que le transmiten los ciudadanos a través del Portal telemático creado a tal efecto en 2013. Hay que tener en cuenta que por "reclamaciones activas" nos referimos solo a las negaciones de información que han sido recurridas ante el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, con lo que la cifra real puede ser mucho mayor. Este sistema, creado por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, excluye aquellas consultas que pueden resolverse por otras vías, como por ejemplo los datos que son públicos, o que afectan a cuestiones confidenciales o que comprometen la Seguridad Nacional. Y a esta vía es a la que se aferra el Ejecutivo de Pedro Sánchez para denegar cuestiones de todo tipo, desde las veces que ha usado el Falcon para ir a mítines a los claroscuros de la gestión de la pandemia o la publicación de informes enterrados en algún cajón. Un escaqueo que explica la caída de España en los rankings de calidad democrática.

La hostelería se encomienda a marzo

La hostelería vuelve a recuperar el optimismo a medida que la sexta ola de la pandemia provocada por la variante ómicron parece empezar a replegar velas. Al menos en lo que a restricciones de aforo se refiere. En bares y restaurantes confían en que marzo sea el mes clave para encarrilar, de una vez por todas, la recuperación. Eso sí, hablamos en todo caso de un optimismo prudente. El sector es muy consciente de que a la recuperación aún le queda mucho recorrido para volver a los niveles de 2019, sobre todo tras la debacle de un invierno que obligó a muchos empresarios a volver a recurrir a los Ertes.

La Generalitat recorta en visitas a Puigdemont

La Generalitat catalana ha gastado más de 210.000 euros en viajes de sus altos cargos a Bruselas desde que el expresident Carles Puigdemont huyó a la capital de Bélgica. Pero lo sorprendente es que esa cantidad se desplomó en 2021, con apenas 6.500 euros. Un año en el que el fugado líder independentista, tras pasar largo tiempo exiliado en Waterloo, lograba un acta de eurodiputado y cierta inmunidad política que anticipaba su retorno político. La explicación al abandono está en la ruptura en el seno del independentismo y el ascenso de la ERC de Pere Aragonès a la presidencia de Cataluña y a la interlocución con el Gobierno. Los republicanos parecen sentirse muy cómodos con este destierro.

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