Diana Roig
Las grasas trans (AGt) llevan, desde hace años, centrando gran parte del debate en torno al impacto de las grasas sobre la salud, principalmente debido a los riesgos cardiovasculares que conllevan. El efecto negativo de estas grasas se debe fundamentalmente a que, consumidas en exceso, producen alteraciones en el metabolismo de las lipoproteínas, por lo que su ingesta está relacionada con el aumento de la concentración del colesterol total y el colesterol LDL -conocido como el malo- en sangre y con la disminución del colesterol HDL -conocido como el bueno-, suponiendo un factor de riesgo cardiovascular. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Alimentación