Renfe trata de alejarse de los números rojos con los que cerró 2022. La compañía ha arrancado este año con una mejora de su operativa que le ha llevado a terminar el mes de enero con un resultado bruto de explotación positivo, con cuatro millones de euros, por primera vez desde 2020, es decir, antes de la pandemia. La mejora se ha debido fundamentalmente a la completa recuperación del tráfico, sobre todo, el de pasajeros, y, como novedad, la caída de los precios de la energía por el lado de los costes. Descontadas las amortizaciones y el resultado financiero, la operadora pública no logró arrancar el año con beneficios.

Redactor en la sección de empresas, con el foco puesto en los fondos de 'private equity', el M&A y las reestructuraciones. Graduado en periodismo y especializado en economía. Trabajé durante cuatro años en Economía Digital y más tarde me incorporé a La Información (Grupo Henneo). Entré a formar parte de elEconomista en diciembre de 2022. Contacto: cristian.reche@eleconomista.es.