Carmen Escrig
Si Carlos Gardel tuviese que cantar hoy en día el famoso tango, seguro que cambiaría "fumar" por la palabra "vapear", y el estribillo sería más bien "vapeando espero a la que tanto quiero". Solo que, en este caso, la canción sonaría a un grito desesperado de la población pidiendo unas políticas antitabaco del Siglo XXI, que incluyan por fin las estrategias de reducción de daños en su orden del día.