Carlos Romero y Esaú Alarcón
Por fin se resuelve el ¿último? entuerto de la reforma fiscal. Había mucha expectativa en conocer el criterio de la Dirección General de Tributos (DGT) sobre la consideración o no como contribuyentes del Impuesto sobre Sociedades de las oficinas de farmacia formalizadas mediante sociedades civiles, bien entre farmacéuticos bien con sus familiares.