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Mon, 30 Dec 2024 06:20:32 +0100
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El gasto público se consolida como el principal motor que ha permitido a la economía española alzar el vuelo tras la pandemia. Desde su llegada a La Moncloa, en 2018, Pedro Sánchez no ha dejado de inyectar dinero público en el PIB hasta llegar a su máximo en 2023, cuando la cifra escaló a los 680.952 millones, un 35,18% más que cinco años antes, según las cifras de Intervención General del Estado. La tendencia continuó en 2024, cuando el jefe del Ejecutivo mantuvo con vida buena parte de las medidas de auxilio contra la crisis de la inflación, pese a la desescalada de los precios. La economía creció un 0,8% en el tercer trimestre, pero lo hizo apoyándose en un nuevo aumento del 2,23% del consumo de las administraciones públicas, según el INE. Las previsiones dejan la puerta abierta a que el PIB cierre el año con un alza superior –incluso- al 3,1%. La cosa deberá cambiar a partir de 2025. España ha prometido un férreo control a Bruselas dentro del plan fiscal estructural que marca los límites del cumplimiento de las reglas europeas. Las expectativas apuntan a un crecimiento más moderado -de entorno al 2,5%- fruto de la pérdida de dinamismo del consumo público.