Redactor de Macro en elEconomista

España encara 2025 con el reto de consolidarse como una de las principales economías avanzadas. Los números así lo dictan. El Banco de España sitúa el crecimiento del PIB del año que viene en el 2,5%, tres décimas por encima al previsto por el FMI para Estados Unidos, convertido ahora su principal competidor; y lejos del 1,8% que los de Kristalina Gueorguieva otorgan a la media de los países occidentales. Las distancias serán mayores dentro de la zona del euro, pese a que España sigue muy lejos de las tasas de productividad comunitarias.

El gasto público se consolida como el principal motor que ha permitido a la economía española alzar el vuelo tras la pandemia. Desde su llegada a La Moncloa, en 2018, Pedro Sánchez no ha dejado de inyectar dinero público en el PIB hasta llegar a su máximo en 2023, cuando la cifra escaló a los 680.952 millones, un 35,18% más que cinco años antes, según las cifras de Intervención General del Estado. La tendencia continuó en 2024, cuando el jefe del Ejecutivo mantuvo con vida buena parte de las medidas de auxilio contra la crisis de la inflación, pese a la desescalada de los precios. La economía creció un 0,8% en el tercer trimestre, pero lo hizo apoyándose en un nuevo aumento del 2,23% del consumo de las administraciones públicas, según el INE. Las previsiones dejan la puerta abierta a que el PIB cierre el año con un alza superior –incluso- al 3,1%. La cosa deberá cambiar a partir de 2025. España ha prometido un férreo control a Bruselas dentro del plan fiscal estructural que marca los límites del cumplimiento de las reglas europeas. Las expectativas apuntan a un crecimiento más moderado -de entorno al 2,5%- fruto de la pérdida de dinamismo del consumo público.

El Gobierno aprueba la extensión -durante seis meses- de los principales descuentos al transporte, tal y como se comprometió con Podemos el pasado jueves a cambio de su apoyo a la Ley de eficiencia de la Justicia. Al catálogo de normas aprobadas hoy en el último Consejo de Ministros del año, se suma una nueva tasa temporal a las energéticas en el paquete de medidas aprobadas para 2025, con el que el presidente Pedro Sánchez, da por cerrado el año. También la revalorización de las pensiones al 2,8%, el alza del mínimo exento del IRPF y el escudo antiopas que otorga a Moncloa la posibilidad de vetar inversiones extranjeras en empresas españolas estratégicas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reivindica que la economía española cerrará 2024 creciendo tres veces más que la media de la Unión Europea. "Lo hacemos de manera muy equilibrada, modernizando el tejido productivo, creando empleo y siendo fiscalmente responsables", ha asegurado el jefe del Ejecutivo en la rueda de prensa en la ha hecho balance económico del año, en la que ha sacado pecho por los más de 400.000 puestos de trabajo creados este año, que permitirá que España logre zanjar el año "creando más empleo que Alemania e Italia juntas. "Todo esto nos permite enfilar el inicio de 2025 como una de las economías más prometedoras de Occidente", ha insistido.

Entrevista | Miriam González Durántez, fundadora y presidenta de 'España Mejor'

Miriam González Durántez (1968) lanza sobre el tablero político un catálogo de propuestas para mejorar la calidad democrática. Presidenta y fundadora de 'España Mejor', se alza como la voz de una parte de la sociedad civil frustrada por la deriva de las políticas públicas. "Hemos normalizado esta hiperpolarización", reconoce, mientras señala -en su entrevista con elEconomista.es- que las soluciones solo pueden pasar por un pacto entre Gobierno y oposición.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prorrogará en 2025 al menos cinco medidas del decreto anticrisis que España arrastra desde el estallido de la guerra en Ucrania. El Ejecutivo prevé incluir el alza del mínimo exento de hacer la declaración de la renta a 15.876 euros en el nuevo escudo social. También incluirá la prórroga escalonada del bono social eléctrico, la rebaja del tipo del IVA al aceite de oliva al 4%, la suspensión de los desahucios hipotecarios para las familias vulnerables, y extensión durante seis meses de los descuentos al transporte, ambas pactadas el jueves con Podemos. Las medidas serán anunciadas hoy y estarán dirigidas a los sectores más vulnerables, lo que permitirá liberar a las finanzas públicas del peso de los paquetes de ayudas vigentes desde hace dos años, cuyas principales líneas provocaron un impacto cercano a los 3.000 millones de euros solo este año.

El Gobierno dio ayer por zanjada la agónica reforma fiscal, después de un nuevo Pleno marcado por pulso mantenido por Junts y PNV. El texto cuenta ya con todos los avales necesarios, y está listo para entrar en vigor el próximo 1 de enero. Estas son las líneas maestras de la norma con la que Moncloa busca elevar la recaudación en unos 4.500 millones de euros, solo en 2025.

El Gobierno salva sobre la campana la Ley de eficiencia de la Justicia, después de comprometerse con Podemos -a cambio de su apoyo- a prorrogar la suspensión de los desahucios a las familias vulnerables a través de una proposición de ley o su inclusión en el escudo social para 2025. Moncloa también tendrá que extender durante seis meses los descuentos al transporte, que el Ejecutivo se disponía a ir disolviendo. "Si el PNV y Junts quieren votar en contra de esas ayudas al transporte, de suspender los desahucios de las personas que tienen una situación más vulnerable, pues van a tener que explicarlo muy bien, porque hasta ahora todos estos grupos han apoyado los escudos sociales en los mismos términos", dijo Belarra tras la finalización del Pleno.

ERC se lanza a la batalla y exige que la senda de estabilidad -que Hacienda sigue sin presentar- permita a Cataluña un déficit 0,7%, seis décimas superior al proyectado por el Ejecutivo inicialmente. Moncloa lleva meses negociando con Junts el margen de gasto con el que contarán las autonomías el año que viene. Los de Carles Puigdemont han lanzado varias propuestas, entre ellas elevar el déficit para la Generalitat al 0,8% o repartir el margen en función al peso de cada CCAA en el PIB nacional. Los de Junqueras contratacan ahora en el Congreso, y registran una PNV con la intención de no quedarse fuera del debate, antes de que María Jesús Montero ponga en marcha la maquinaria presupuestaria, que comenzará con la aprobación de la nueva senda fiscal que ponga los cimientos a la capacidad de gasto de todas las administraciones públicas.

Una quita simétrica de la deuda que las CCAA mantienen con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) podría suponer un desahogo de más de14.300 millones para las arcas públicas valencianas, cuyo pasivo total asciende a casi 59.498 millones de euros. Lo mismo ocurre con Murcia. La autonomía presidida por Fernando López Miras arrastra un pasivo de 12.269 millones con el Estado. De ellos, restaría 2.370 millones si finalmente el mecanismo que preparan los de María Jesús Montero extiende de forma simétrica a todas las regiones las condiciones pactadas con ERC para Cataluña. Más de un 92% de la deuda total de la Comunidad Valenciana está en manos del Estado. El porcentaje aumenta al 92,9% y al 95,8% en el caso de Cantabria y la Región de Murcia. Todo ello será debatido en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) que Sánchez convocó el viernes de la semana pasada y que tendrá lugar en enero. Hasta ahora, solo la quita pactada con Cataluña, que reducirá su deuda con el FLA en un 20%, está confirmada. Si la regla acaba siendo proporcional, Valencia podría disfrutar de una condonación del 26,2% y Murcia del 19,35%. Las tres regiones cuentan con una nota de rating similar, de 'BBB-'.