Si hay un impuesto municipal que ha dado de qué hablar durante los últimos años, y sigue dando de qué hablar, ese es el impuesto sobre el incremento de valor de los terrenos urbanos cuando éstos se transmiten, más conocido como la plusvalía municipal. Cabe recordar que fue necesario llegar hasta el Tribunal Constitucional para declarar en 2017 que este impuesto no se podía liquidar en aquellos casos en los que no existiera un incremento de valor de los terrenos transmitidos (vaya sorpresa!); y que, a pesar de ello, fueron necesarias posteriores sentencias del Tribunal Supremo (en 2018) y de nuevo del Constitucional (en 2019 y 2021) para clarificar y confirmar el alcance de la primera sentencia, así como para obligar al legislador a modificar la ley de haciendas locales que regula el impuesto.