Telecomunicaciones
El BBVA y el holding formado por Caixabank y Criteria Caixa recibieron con desconcierto la posibilidad de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) pudiera comprar hasta el 10% de Telefónica. Los planes internos de los principales inversores españoles de la teleco eran diferentes. Y también mucho más sutiles. Por lo pronto, la estrategia inicial de las dos entidades financieras consistía en crear un núcleo duro español capaz de proporcionar estabilidad accionarial en la multinacional que preside José María Álvarez-Pallete. Para ello, bastaría con sindicar las acciones del banco vasco (4,87%) y las del holding catalán (5,90%). Esa participación conjunta alcanzaría el 10,77% del capital, porcentaje al que se podría añadir una pequeña participación de la Sepi.