Actualmente, los sistemas eléctricos están sometidos a una enorme presión para descarbonizarse y alcanzar los objetivos establecidos por las políticas europeas sobre producción de energía limpia. Por ejemplo, en los paquetes legislativos European Green Deal de 2019 y Fit for 55 de 2020, la Unión Europea y sus Estados miembros se comprometen a reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990. En el 2030, el 40% del consumo total de energía debe ser generado por fuentes de energía renovables. Para la energía eléctrica este porcentaje mínimo es del 74%. En el sistema eléctrico español la generación renovable alcanzó el 47% en 2021 y el 42% en 2022, reducción en parte debida a la menor hidraulicidad.

Profesor de la Universidad Pontificia Comillas