El año 2024 fue complicado. Sin embargo, con dos guerras en marcha, la de Ucrania y la israelí con Palestina, los mercados han permanecido en calma, sin dañar en la práctica la marcha de la economía. El frente de Rusia se está agotando, sin lograr avances significativos en Ucrania y sin recuperar el territorio perdido en Kursk, unos 700 km2. La caída de Siria supone, además, una prueba de la grave debilidad de Vladimir Putin, que pierde su capacidad de influencia no sólo en Oriente Medio, sino en todo el Mediterráneo e incluso parcialmente en África.