Opinión | Amador G. Ayora
La semana comenzaba con la incertidumbre de qué haría Puigdemont para ser investido y termina de igual manera. Pero cada vez existe mayor certeza de que el expresidente de la Generalitat no lo volverá a ser. Después de que el presidente del Parlament, Roger Torrent, aplazara el debate parlamentario, hay como mínimo un plazo de dos meses para proponer otro candidato. Torrent reiteró que debe ser Puigdemont, pero en realidad no tiene posibilidades.