
Los nuevos pensionistas tendrán menor poder adquisitivo. Esto es un mensaje que tenemos que asumir, pero las pensiones no desaparecerán. Esto también es algo que hay que tener claro. Ese fue el mensaje de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, el pasado lunes en la entrevista que realicé junto a Pepe Hervás en el canal 24H.
La ministra reveló algunas propuestas que el portavoz del PP en el Pacto de Toledo, Gerardo Camps, había presentado a la institución. La primera, ya conocida, es que la pensión se calcule en virtud de la cotización media de los últimos 25 años a partir de 2022 en lugar de los 21 años actuales. El Gobierno quiere ir más lejos y que se tenga en cuenta toda la vida laboral, como se hace en la mayoría de países desarrollados. La medida comportaría una caída del gasto significativa (de entre el 15 por cienot y el 35 por ciento) y, por ende, de las percepciones, porque en los primeros años laborales los ingresos son más bajos. Pero también sería más justa y ahora vemos por qué.
Con el sistema de cómputo actual, basado en el reparto, es decir que no es proporcional a la contribución de cada persona, se da la paradoja de que los titulares de las pensiones más bajas llegan a percibir un dinero superior al que aportan a lo largo de su vida laboral. Un sinsentido en un colectivo que crece a tasas anuales superiores al 4 por ciento, porque lo aboca a medio plazo a la invariabilidad.
Báñez introdujo una novedad en la entrevista, los que coticen 38 años o más, podrán elegir el periodo excluido para el cálculo de su pensión, que exceda a los 21 años de cotización. Una manera de premiar a los que opten por alargar la vida laboral. De esta manera, cuanto más tarde se jubile podrá escoger el mejor periodo de cotización para el cálculo medio de su pensión. En la actualidad, solo unos pocos optan por alargar su jubilación, pese a que la demora se premia con un alza que va del 2 por ciento al 4 por ciento anual, dependiendo del periodo cotizado. Y el 44 por ciento aún se jubila antes de los 65.
El déficit de la Seguridad Social sigue al alza pese a la recuperación económica. En el año 2017, hubo 611.000 nuevos cotizantes, pero el desajuste previsto para 2018 en las cuentas de la Seguridad Social supera los 15.000 millones. Para ir corrigiendo estos números rojos, Báñez apunta a una separación de las pensiones de viudedad y orfandad, además de las no contributivas, de forma que se sufraguen con cargo al Presupuesto, ya que están ligadas a un fin social que debemos pagar todos los españoles en activo. Esto es algo que se practica de facto en la actualidad, porque una parte del déficit de la Seguridad Social se carga al Presupuesto debido a los escasos recursos que tiene el Fondo de Reserva.
Las propuestas de Báñez me parecen correctas, pero insuficientes para afrontar el futuro de las pensiones. En los próximos 20 años el número de pensionistas crecerá hasta los 15 millones, un 50 por ciento superior al actual. Junto al envejecimiento de la población se producirá un auge de la denominada cuarta edad, es decir, las personas que viven más de 80 años. Por eso, no entiendo que algunos políticos se rasguen las vestiduras y en lugar de afrontar el problema intenten que lo paguen los bancos u otros colectivos con subidas de impuestos, que merman competitividad y crecimiento a la economía. Cuanto antes afrontemos la realidad, mejor podremos encontrar una solución. Entretanto, es necesario concienciarnos de ir creando una hucha complementaria a la pensión oficial.
ElEconomista tiene pensado lanzar en los próximos meses una revista digital dedicada exclusivamente a analizar el problema de las pensiones.
El Gobierno celebró esta semana su encuentro anual con la Prensa, en el que desde Rajoy a Montoro se mostraron confiados en que habrá Presupuestos en torno a marzo. Como reveló elEconomista, desde el PNV hay mayor disposición a apoyar las Cuentas del Estado por temor a que unas elecciones anticipadas faciliten un Gobierno de Ciudadanos. Su líder, Albert Rivera, se opuso a la renovación del Cupo a finales del año pasado.
Si se cumplen las previsiones de Rajoy, éste podrá gobernar hasta el 2020 para intentar revertir las encuestas, que dan como vencedor de las próximas elecciones a Ciudadanos. Rivera no debería canta victoria antes de tiempo. El presidente está acostumbrado a dar hilo a la cometa y lo que hoy parece negro, mañana puede ser blanco.
Claro que en estos momentos se da la paradoja de que el futuro inmediato de Rajoy está en manos de Rivera. En Ciudadanos les gusta recordar que su apoyo también es decisivo para los Presupuestos de 2018 y que todavía hay muchos flecos por atar antes de anunciar el acuerdo definitivo.
Nadie va a dar un paso hasta resolver la elección del presidente catalán. A tenor de las resoluciones de los letrados del Parlament, parece imposible la investidura telemática de Puigdemont y la delegación del voto tampoco es posible. Todo apunta a que el nuevo president será alguno de sus íntimos colaboradores. Elsa Artadi, la jefa de su campaña es la que tiene mayores posibilidades, aunque suenan otros nombres como los exconseller encarcelados, Jordi Turul o Josep Rull.
Sea como fuere, el Gobierno quiere dar sensación de normalidad en Cataluña para no espantar las inversiones y ofrecer una imagen negativa de su gestión en estos meses. El ministro de Energía y Turismo, Alvaro Nadal, ha sido el primero en hablar de una recuperación del turismo en Cataluña.
Rajoy tiene pendiente otra cita en su agenda, la posible elección de Luis de Guindos como subgobernador del Banco Central Europeo (BCE) lo que ofrecerá la oportunidad de acometer una remodelación del Gobierno más ambiciosa. Después de que Zoido ratificó a su director general de Tráfico. Gregorio Serrano, en el cargo tras los atascaos de la AP-6 y de las cargas policías de Barcelona el 1-0, Rajoy tiene la oportunidad de recuperar una parte de los votantes, tanto en Cataluña como fuera de ella, con la destitución de su ministro de Interior. Serrano reconoció en un tuit que estaba en su casa de Sevilla la tarde-noche de los atascos. Tapar los errores o persistir en ellos, como ocurre en los casos de corrupción, es la causa del desgaste que sufre el PP. Los ciudadanos tienen poca paciencia y exigen rectificaciones.
PD.-La protagonista de la semana fue la Feria Internacional de Turismo, Fitur, que crece en expositores y en empresas hasta colocarse la segunda del mundo, por detrás de Berlín, gracias a la gestión del nuevo equipo encabezado por Clemente González Soler. Vientos distintos soplan en la Feria Barcelona, donde el Mobile World Congres que comienza a finales de febrero puede celebrar su última edición, debido a la inestabilidad de Cataluña. A un mes de su inauguración todavía no se conoce si va a ser posible celebrar la cena inaugural, debido a la ausencia del presidente de la Generalitat y las habituales reticencias de la alcaldesade Barcelona, Ada Colau.