Escribiendo cosas económicas desde 2018, pero ya he pillado unas cuantas crisis. Di mis primeros pasos en Europa Press y luego en El Confidencial. Ahora sigo el rumbo del dinero y los mercados en El Economista.

La banca estadounidense aún está ávida de liquidez y, por ello, ha desatado un 'boom', que ha generado preocupación entre los reguladores, con los depósitos intermediados, o conocidos en la jerga financiera como hot money. Este instrumento financiero funciona en el balance de los bancos como un depósito tradicional, como recursos propios de una entidad en forma de capital, pero es mucho más inestable. En concreto, los bancos más pequeños del país se han lanzado a por esta financiación, llevándola a zona de máximos de la década, cerca de 1,2 billones de dólares, frente a los cerca de 640.000 millones registrados el año pasado, un 86% más, según datos de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos.

Sorpresa en las exportaciones de Rusia. A pesar de que los ingresos petroleros y energéticos del país han caído de forma clara, en agosto firmó un superávit de 4.700 millones de dólares, uno de los mejores meses de todo el año. El gas y el crudo es, habitualmente, la punta de lanza de las exportaciones, siendo en 2021 un 53% del total de sus ventas al extranjero. Los expertos apuntan a que este hito se debe a la debilidad del rublo, que ha provocado una oleada de compras en el resto de sus productos, como metales, minerales y alimentos.

Resurgen las tensiones en el gas europeo. Tras un año de locura debido a la guerra de Ucrania y la consecuente retirada del suministro ruso, la recta final de 2022 y 2023 ha sido un camino cuesta abajo para su precio. Sin embargo, en el otro lado del mundo, ha surgido durante este verano una nueva amenaza que hoy está provocando que el gas TTF (referencia holandesa y de toda la UE) de un salto de hasta el 10% (8,5% actualmente). El responsable está siendo Australia, concretamente, unas huelgas del sector energético que están poniendo en jaque uno de los pilares del suministro mundial.

El euro ha cortado de forma clara su ascenso. La divisa europea ha detenido su progresión frente al dólar y, desde sus máximos de julio, ha caído ya un 4,5% frente al billete verde, sus máximos desde marzo. Esta caída rompe un alza que parecía incontestable y ha abierto un gran debate entre los analistas, no tanto por sus causas, sino por si este cambio de tendencia es solo una anécdota o si realmente la fortaleza del dólar ha venido para quedarse.

El arma más poderosa de la Reserva Federal de Estados Unidos contra la inflación está oxidada. Esta ha sido la conclusión del último informe de Nomura, en el que defiende que, a diferencia de lo que opina Wall Street, vendrá probablemente un nuevo acelerón con los tipos para terminar de doblegar a la inflación hasta llevarla de nuevo al objetivo del 2%.

A pesar de agosto de fuertes caídas en el sector de las cripto, 2023 se está consolidando como una año de grandes rebotes en el sector. Bitcoin se ha establecido en los 26.000 dólares tras avanzar un 57% desde que arrancase este ejercicio. Ethereum ha seguido la misma estela con un avance del 37,58% y situándose en los 1.650 dólares. Sin embargo, esta tendencia ha tenido un gran contra: la tercera criptomoneda del mundo no solo no rebota sino que vive una sangría de miles de millones.

La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha sido la última de los banqueros centrales en intervenir durante la reunión de la Fed en Jackson Hole. La líder de la autoridad monetaria del viejo continente se ha sumado al discurso que han ido lanzando tanto los diferentes miembros de la Reserva Federal, como su presidente, Jerome Powell, incidiendo en la necesidad de luchar contra la inflación aunque sea insistiendo en las subidas de tipos.

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha lanzado un mensaje más 'hawkish' de lo esperado en el simposio de Jackson Hole. El directivo ha advertido de que la economía de EEUU está resistiendo más de lo que calculaban ante las subidas de tipos, y que si el crecimiento sigue estando por encima de lo esperado, "podría arruinar el progreso que llevamos en la reducción de la inflación, por lo que tendríamos que subir más los tipos".

El fin de las subidas de tipos podría estar ya aquí. En las últimas semanas las palomas de la Reserva Federal han salido a la palestra para pedir evaluar la posibilidad de poner fin al ciclo de subidas. A pesar de haberse tomado una pausa en junio, la Fed volvió a la carga al ver que la economía aguantaba el enfriamiento y todo parecía indicar entonces que quedaban un par de alzas más todavía. A medida que los días han pasado y los expertos creen que los buenos datos de inflación dan margen a la institución monetaria para tomar esta decisión.

Como se esperaba, la Reserva Federal ha subido los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta un entorno de entre el 5,25% y el 5,50%, máximos de 22 años. Una decisión que descontaban los analistas después de que lo avanzara en su reunión anterior, en la que el banco central estadounidense decidió tomarse una pausa. La gran pregunta de los mercados es si esta será la última subida de tipos, la opción más probable en este momento, o si habrá una más antes de final de año.