Economista y miembro del Consejo Editorial de 'elEconomista.es'

El Pleno del Tribunal Constitucional ha desestimado con dos votos discrepantes, el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por el Grupo Parlamentario Popular contra el Decreto-ley 3/2023, del Gobierno de la Generalitat de Cataluña que limita las viviendas de uso turístico (VUT) en Cataluña. La resolución, que no se plantea cuestiones de impacto, sino de forma, puede ser un arma peligrosa en manos de los políticos ensimismados en un error histórico que persigue la eliminación de este tipo de alojamientos en el horizonte de 2028 en el caso del Ayuntamiento de Barcelona.

El Gobierno de la Generalitat aprobó este martes una medida para duplicar el impuesto turístico, ya existente, a todo tipo de alojamiento en Cataluña. Lo hace sin consultar ni al sector y ni a los municipios catalanes que pueden ver afectada la competitividad de su oferta. Elige la vía del decreto ley, sin estimar la opción de hacerlo como proyecto de ley, lo que permitiría la lógica y necesaria entrada de enmiendas y participación del sector y de las administraciones locales.

La presa riojana de La Retorna construida hace 80 años vive momentos difíciles. Obra del insigne ingeniero de caminos Carlos Fernández Casado, un Gaudi de la ingeniería, un hombre de saber universal diseñó una pieza bellísima compuesta por una presa bóveda de gravedad, un azud de derivación y dos notables viaductos. A su valor cultural suma, de forma no menor su valor económico, energético y ambiental. Su construcción en 1940 marcó un hito en la modernización de nuestro país, siendo pionera en producir energía eléctrica limpia, en una época en la que se buscaban alternativas sostenibles al carbón.

Pasada la fiebre por expulsar a las empresas privadas de la gestión de los servicios públicos, que a partir de 2015 los partidos populistas contagiaron al resto de partidos políticos, ya fuera por proximidad ideológica o por miedo a ser señalados, empiezan a verse los resultados de aquel frenesí.

De una manera muy poco ortodoxa, se ha intentado introducir una mini reforma fiscal mediante una batería de enmiendas al proyecto de ley del tipo mínimo global del 15% aplicado a las grandes empresas. Ley que estamos obligados a transponer por la normativa europea antes de que acabe el año. Las principales medidas que se pretendían aprobar por la puerta de atrás, sin ningún tipo de informe preceptivo y exposición pública previa, no sé bien si se han quedado por el camino al ser tumbadas en una caótica y esperpéntica comisión de hacienda celebrada en el Congreso. Y es que en referencia al impuesto a la banca y a las energéticas, tras un pacto de última hora, unos dicen una cosa y otros su contraria. No hay quien se aclare. En cuanto a las primas de seguro, pisos turísticos, SOCIMIS, entre otros, por ahora, no verán alterada su tributación y digo por ahora, porque las enmiendas rechazadas quedan vivas hasta el pleno de este jueves en el que, tras nuevos pactos, pueden volver a debatirse y votarse, aunque lo más sensato sería dejar caer las enmiendas y que se aprobara solo el texto de la tributación mínima global del 15% para las multinacionales.

Somos un país de extremos y de la crisis hídrica pasamos a las inundaciones, dos caras de una misma moneda que tenemos que prever. En las épocas de sequía, la mayoría de soluciones casi siempre se han hecho poniendo parches cuando la emergencia aprieta. Cuando falta agua, hay que traerla en barcos o instalar desaladoras, pero lo cierto es que cuando llega por fin la esperada lluvia tras haber implorado a todos los santos, se nos olvida el problema y a otra cosa mariposa. Pero cuando nos arrasan las inundaciones, pasamos a palabras mayores.

Sí la logística funciona, la sociedad funciona. Los logísticos de hoy siguen siendo los expertos en planificar y gestionar operaciones de transporte entre países con culturas e idiomas diferentes con normativas legales dispares e infraestructuras distintas.

La oferta publica de adquisición (OPA) hostil lanzada por el BBVA al Banco de Sabadell, comienza a descarrilar. Y es que a pesar de que se preveía una operación muy corta en el tiempo, no más allá de 2024 y que contaba con el respaldo del 95% de los accionistas del BBVA, y con la luz verde del Banco Central Europeo, requisito indispensable para autorizar la operación, han trascurrido cuatro meses desde su presentación y podemos afirmar que una serie de escollos pueden llevar al traste la operación. Así de claro lo ha manifestado recientemente en este diario en el que escribo el consejero delegado del Banco de Sabadell, César González-Bueno.

Eco-, significa 'ecológico' que, a su vez, es un adjetivo que significa 'perteneciente o relativa a la ecología'. Postureo, sustantivo coloquial que significa 'actitud artificiosa e impostada que se adopta por conveniencia o presunción'. Si sumamos ambos términos obtenemos la palabra del momento, ecopostureo, o su anglicismo, greenwashing. Si lo exportamos al mundo económico, el greenwashing o ecopostureo es el denominado lavado verde de la imagen de una compañía con el fin de ocultar acciones no sostenibles bajo una fachada ecológica para limpiar su actividad. Más de uno habrá visto en televisión o papel, anuncios de empresas que dicen "estar comprometidos con el medio ambiente", acompañados de gotitas de agua y arboles cuando su principal fuente de ingresos son acciones que no son precisamente verdes. En este sentido en los últimos meses, organismos nacionales e internacionales que velan por la competencia y el uso correcto, eficaz y veraz de la publicidad han multado a compañías acusándolas de engañar al consumidor por vender en su publicidad la apuesta por temas que no contaminan.