Economía

Los 'impuestazos' a los seguros privados, socimis y diésel fracasan al quedar fuera de la reforma fiscal

La vicepresidenta primera de Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Europa Press
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El revés a las tasas excepcionales sobre los bancos y los energéticas no son los únicos capítulos de la improvisada reforma fiscal del Gobierno que frasaron este lunes en el Congreso. El acuerdo firmado recientemente entre el PSOE y Sumar es el que más se ha resentido en la Comisión de Hacienda. Tres pilares quedan fuera por el rechazo mayoritario de los grupos políticos: las subidas impositivas a los seguros privados, socimis y bienes de lujo.

No en vano el partido de Yolanda Díaz ha visto cómo aspectos medulares de su propuesta se han venido abajo ante el muro de la Cámara baja. Así ha ocurrido con la nueva tasa que pretendía imponer a los bienes suntuarios o la modificación del régimen fiscal de las socimis (considerado privilegiado por Sumar. En cuanto al cambio de la fiscalidad de los seguros sanitarios privados, queda igualmente en la cuneta. Este último es todo un éxito de Junts y, sobre todo, del PNV, dado que el partido jeltzale se opuso desde el principio que se castigara a unas pólizas que cuentan con una gran difusión en en el País Vasco.

A continuación se ofrece el detalle de las medidas que sufrieron el varapalo parlamentario en la Cámara Baja.

Gravamen del 25% para las socimis en Sociedades

Dentro del discurso tradicional de PSOE y Sumar, ambos partidos llevan años incidiendo en que las socimis "solo tributan al 1% en el Impuesto de Sociedades y no ha servido para mejorar la oferta de viviendas". Por ello, las dos formaciones de izquierda defienden que su propuesta va encaminada a que estén sometidas al 25% general "que se aplica a cualquier empresa".

Contra los yates, los aviones privados y los 'Lamborghinis'

El pacto entre la formación de Díaz y de Sánchez también hizo un notable hincapié en la creación de "un nuevo impuesto sobre los bienes suntuarios (jet y yates privados, coches de lujo, etc.) para mejorar la equidad en el reparto de renta y la riqueza". Los bienes suntuarios constituyen otro de los objetivos de ambos grupos, especialmente después de que el jefe del Ejecutivo hablara este otoño literalmente de que "quienes conducen Lamborghinis tienen que pagar más impuestos".

Castigo a los seguros de salud propios de la sanidad privada

Hacienda proponía una exención fiscal de los seguros privados, a los que se empezaría a aplicar el impuesto sobre primas de seguro (IPS), en el 8%. Con ello, el Gobierno pretende ingresar unos 750 millones de euros anuales, en plena batalla con las compañías aseguradoras por el convenio de Muface. Esta subida fiscal hubiera provocado el incremento de la póliza de 12,4 millones de usuarios, cifra de la patronal del sector Unespa.

Los Airbnb y los alquileres de corta duración se 'salvan'

La Comisión también ha rechazado la enmienda para gravar el IVA de los pisos turísticos y los arrendamientos de corta duración con carácter urgente, en un plazo máximo de un mes, aplicando una directiva europea que permite a los Estados miembros gravar este tipo de inmuebles por su uso turístico, similar a la función de los hoteles, en vez de eximirles de pagar IVA. El Gobierno impulsaba, por iniciativa de Bildu y de Esquerra Republicana, la aplicación de la normativa europea del mencionado impuesto indirecto para permitir a los Estados gravar los alquileres de corta duración, equiparándolos a la tributación de hoteles en zonas de saturación o escasez de vivienda.

Grandes Herencias superiores al millón de euros

Yolanda Díaz fracasa en otra de sus grandes apuestas. Sumar pretendía crear un impuesto a las grandes herencias superiores al millón de euros, que sumaría 2.000 millones anuales a la recaudación. Los de Urtasun justificaban que imponer este tributo evitaría la competencia fiscal a la baja en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que los gobiernos autonómicos del PP han agudizado con una nueva batería de bonificaciones en cadena.

Otra vuelta de tuerca contra las 'grandes fortunas'

Otra de las medidas fiscales de Sumar que -finalmente- quedó por el camino es la nueva vuelta de tuerca que pretendían aplicar sobre el gravamen a las Grandes Fortunas, reduciendo el límite sobre el que el impuesto comienza a gravar de tres a un millón de euros. También formularon una modificación del tributo para que, en el cálculo del límite entre las cuotas del IRPF, el Impuesto de Patrimonio y el propio Impuesto de Grandes Fortunas, se tenga en cuenta la cuota pagada del Impuesto de Patrimonio y no la cuota íntegra. Todo ello, calculaban, arrojaría unos ingresos extra de apenas 13 millones.

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