El nuevo texto de la ley concursal que entró en vigor el septiembre del año 2022 y que traspone la Directiva 2019 /2013 sobre restructuración e insolvencia, modifica radicalmente el régimen pre concursal. La reforma supone un cambio de paradigma para las compañías que no están en concurso, ya que la propiedad puede cambiar de manos al permitir la nueva norma que los acreedores, si consideran que hay riesgo de solvencia, puedan imponer un plan de restructuración y tomar el control del capital de la compañía amortizando las participaciones de los socios mediante la capitalización de créditos en compañías que no están en concurso.

Secretaria General Observatorio Servicios Urbanos ( OSUR). Economista