Economista y miembro del Consejo Editorial de 'elEconomista.es'
ANÁLISIS

La crisis económica por la que atravesó España puso de relieve las debilidades del modelo laboral español. Un mercado de trabajo muy rígido, con altos costes de despido, muy por encima de la media de la OCDE, y segmentado por las grandes diferencias que se daban entre los trabajadores con contrato indefinido y antigüedad acumulada (insiders), y los que tenían contrato temporal, o parados (outsiders), cuya tasa del 24,9% doblaba la media. Esta dualidad entre temporal y fijo, insensibilizaba al mercado de trabajo respecto a la coyuntura empresarial, pues eran los grupos mas protegidos, los que controlaban y fijaban las condiciones de negociación colectiva en detrimento de los outsiders cuyos costes de despido eran mas bajos.

Tribuna

La situación económica de nuestro país presenta síntomas desaceleración, perceptibles tanto en la evolución del consumo de las familias, como de la inversión y las exportaciones de las empresas.

Tribuna

Durante estos días hemos asistido estupefactos a una demostración de afecto sin precedentes entre dos partidos políticos que con el fin de gobernar nuestro país, con una facilidad extrema, han llegado a un preacuerdo de diez puntos que resulta aventurado valorar y arriesgado especular.

Opinión

A la fragmentación parlamentaria existente en nuestro país, que le impide poner en marcha reformas de calado, a los significativos datos de paro, al desafío independentista o a la falta de medidas de ajuste para resolver el gran problema de las pensiones, hay que añadirle la eclosión de un gran conflicto provocado por un cambio interpretativo de la norma tributaria, hecho que pone de manifiesto la inseguridad jurídica en la que se halla inmerso nuestro país.

Qué esperar del nuevo ejercicio

Tanto la economía española como la global encaran el año 2018 con un entorno económico de extraordinaria placidez. El escenario ha sido el más favorable de los últimos años, con un fortalecimiento tanto de los países desarrollados como de los emergentes. La zona euro ha conseguido avanzar al ritmo más elevado en la última década, Estados Unidos ha prolongado su ciclo expansivo sin perder dinamismo, algunas economías emergentes que se encontraban en recesión han comenzado a despegar y China, que había perdido algo de impulso, ha vuelto a acelerarse. Al mismo tiempo, el comercio mundial, tras varios años de atonía, ha vuelto a crecer a una tasa superior a la del crecimiento de la economía mundial: se estima en un 4,2 por ciento, frente a un avance económico global del 3,6 por ciento, según las cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Análisis

En menos de 30 años, España ha pasado de una estructura totalmente centralizada a situarse entre los países más descentralizados de la OCDE. No en vano, las CCAA son la mayor de las Administraciones españolas: absorben más de un tercio de su gasto final total y más de la mitad de su personal a la vez que gestionan los servicios públicos con incidencia más directa sobre los ciudadanos, incluyendo la sanidad, la educación y los servicios sociales.

Almudena Semur

Desde finales de 2016 las previsiones de crecimiento económico no hacen más que revisarse al alza debido a la concatenación de varios factores. A saber: el crecimiento económico a escala global ha sido mayor del esperado tanto en los países emergentes como en los países en desarrollo. El riesgo que generaban las políticas proteccionistas del presidente Trump se ha minimizado, y afortunadamente, a medida que pasa el tiempo, la brecha entre su retórica y las políticas comerciales llevadas a cabo cada vez es mayor. Tampoco ha impactado como se esperaba la revisión al alza del precio del petróleo, las distintas alternativas a esta fuente de energía existentes hoy en día han sido las causantes de ello. Por su supuesto que los riesgos internacionales seguirán estando ahí, dígase Brexit, Trump o el resultado impredecible de las futuras elecciones italianas, pero, por el momento, no están lastrando la recuperación económica.

Almudena Semur

Quizá todavía no seamos conscientes del impacto de la Revolución Digital, pero solo su ritmo de crecimiento en la economía es siete veces superior, a la vez que representa más del 20% del PIB mundial, porcentaje que, sin lugar a dudas, irá en aumento. Esta disrupción tecnológica sin precedentes ha sido lo que nos ha motivado a reunir a un abanico de expertos, tanto del sector público como del privado y de la academia, para que, con sus conocimientos, nos ayuden a entender, a través de la lectura del libro La Revolución Digital, la repercusión de la digitalización no solo en la economía, sino también en nuestras vidas.

Almudena Semur

La confianza en la economía española, cuarta en el peso de la zona euro (10,6% del PIB comunitario) es ya una realidad. En los últimos seis meses tanto analistas internacionales como nacionales, hemos realizado las mayores revisiones al alza de las previsiones de nuestra historia económica. Así, mientras en noviembre de 2014, la mayoría estimábamos un crecimiento en torno al 2% para el año 2105, ahora somos muchos los que creemos que el crecimiento se situara en torno al 3,2% en el 2015 y en torno al 3% en el 2016.