Head of Strategy en la consultora de marca Superunion

Nos encontramos en un escenario competitivo donde desde hace ya tiempo, pero en especial en los últimos años, los sectores cada vez son más líquidos y las fronteras entre ellos resultan cada vez más borrosas. Los nuevos hábitos y experiencias de consumo cruzan categorías y se extrapolan a cualquier servicio o producto. Se homogeneizan nuestras expectativas y exigencias a las marcas sean del sector que sean. En un contexto así, la siempre presente necesidad de diferenciación se hace todavía más esencial.

Estamos en una etapa de crisis, cambios, retos y esfuerzos. Una etapa en la que las compañías de este país, y del resto del mundo, han demostrado su compromiso a la vez que responsabilidad como agentes sociales activos y determinantes en la construcción de un nuevo futuro, hoy todavía incierto. Dentro de este contexto económico y social, la banca española durante esta crisis ha tenido la oportunidad de reconectar con la sociedad, de acercarse a ella y apoyar en aquellos momentos más difíciles para muchos, logrando sanar, parcialmente, la herida de resquemor y desconfianza que se generó en la anterior crisis económica.

Almudena Clemente

A menudo las compañías nos encontramos con un doloroso dilema. ¿Ponemos toda la carne en el asador y conseguimos nuestros objetivos comerciales más tácticos o cortoplacistas? ¿O trabajamos en el largo plazo con una visión más estratégica, buscando asegurar también la supervivencia futura de nuestro negocio?

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