¿Cuántas veces hemos oído de la boca de nuestros políticos que España es un país con unas grandes condiciones para el emprendimiento? Ese discurso, siempre lo han respaldado desde el prisma de que el tejido empresarial español está compuesto en un 98% por autónomos y pequeños empresarios que se recogen bajo el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). En términos totales, en España hay más de 3,2 millones de trabajadores por cuenta propia. El problema de este punto de vista es que es erróneo, ya que estas cifras nacen de las debilidades del mercado laboral que no consigue satisfacer las necesidades y ambiciones de los profesionales. Según el XXV Informe Infoempleo Adecco: Oferta y Demanda de Empleo en España, el 70% de los autónomos lo son por necesidad y no de forma voluntaria.