Opinión
A veces oímos hablar de la baja cultura financiera española, y algunos datos lo refrendan. Por ello no ha de sorprendernos que haya soluciones financieras que son de uso común en el mundo desarrollado pero que apenas se conocen en nuestro país, y entre ellas los ETFs, el crowdlending o las oficinas de familia. Un sector aún por descubrir y que repunta por la mayor atención de los millones de ciudadanos preocupados por cómo gestionar sus finanzas que, en las actuales circunstancias sociales, se presentan cada vez más complejas.