Opinión | Alejandra Mardones
El Black Friday, cuatro días de locura para el comercio y los ciudadanos que buscan gangas o que buscan ofertas, y cada vez más importante en España. Sin duda, se ha instalado ya en el calendario comercial por el considerable aumento de ventas. La gran afluencia de compradores a centros comerciales y tiendas tiene, por otro lado, un indeseado aumento de otro tipo de público: los amigos de lo ajeno. Y un aumento de hurtos y robos. En esta circunstancia, facilitar una experiencia de compra en paz y tranquilidad para consumidores y empresas pasa por un un aumento de la seguridad y la vigilancia. Es la ortra cara de la fiesta del consume y el turno de los "guardianes del Black Friday".