INMOBILIARIA
El sector inmobiliario español tras la profunda crisis que lo redujo casi a cenizas ha sabido reinventarse, reconstruirse y atraer a nuestro país en estos últimos años, a los principales inversores internacionales. La evolución desde 2012 no ha parado, y estoy convencido de que en los próximos años avanzará todavía más deprisa. Dentro de esa evolución han surgido nuevos aspectos antes desatendidos que han pasado a la parte alta de la lista de prioridades como son los aspectos sociales, medioambientales, y también el uso de la tecnología al servicio de compañías y clientes.