Editorial
- 21/01/2016, 10:00
Los mercados mundiales vivieron ayer una nueva jornada aciaga, que los aproximó al nivel de sus soportes críticos. De ello pueden dar fe las bolsas europeas, después de que el Eurostoxx 50 rozara los 2.800 puntos, sus mínimos de 2014, y el Ibex 35 cerrara en las 8.281 unidades, tras retroceder un 3,2%. Llegados a estas cotas, se vislumbró la posibilidad de que los soportes quedaran perforados y las caídas se prolongaran.