El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este miércoles que la ministra de Justiticia, Dolores Delgado, no va a dimitir porque su Gobierno "no acepta chantajes" y es un Ejecutivo ha venido a "limpiar" la corrupción.
Así se ha pronunciado el presidente español en rueda de prensa desde Nueva York al ser preguntado por la revelación de nuevas grabaciones que se han producido hoy de la conversación de la ministra con el excomisario Villarejo, en las que asegura que en Colombia vio a jueces y fiscales con menores.
En su intervención, Sánchez ha recalcado que su Gobierno va a luchar contra la corrupción "venga de donde venga". "Hemos venido a limpiar y vamos a seguir limpiando", ha remachado antes de afirmar que es un Ejecutivo "sin hipotecas" y que no se va a hipotecar por lo que diga un corrupto: "No nos va a marcar la agenda un corrupto".
Inquirido por el llamamiento del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, principal socio del Ejecutivo, a Delgado para que se aleje de la política dada su cercanía con Villarejo, Sánchez ha respondido que es natural que él discrepe con los otros líderes políticos y ha zanjado: "Las decisiones sobre la composición del Gobierno las hace el presidente".
La propia Delgado ha dicho esta mañana en el Congreso que no piensa dimitir, sabiéndose poco después que su comparecencia en la Cámara para explicar el caso será el próximo 10 de octubre. La situación política de la titular de Justicia sigue siendo delicada a cuenta de los audios que aparecen casi a diario de sus conversaciones con Villarejo hace años.
Este miércoles trascendía una grabación difundida por Moncloa.com en la que Delgado relataba que varios jueces y fiscales de la Audiencia Nacional estuvieron con menores en Colombia en el marco de un viaje realizado en 2009 para asistir a unos cursos. Desde el CGPJ, sin embargo, se ha aclarado que no se tiene constancia de que Delgado fuera a estos cursos. El malestar en la Audiencia Nacional a raíz de estas revelaciones ha ido a más durante la jornada.
La jornada de ayer estuvo marcada por otras grabaciones en las que Delgado se refería hace años a su ahora compañero de gabinete, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, entonces juez de la Audiencia Nacional, como "maricón". Delgado negó en un primer momento que se refiriera a él, no obstante Justicia aclaró poco después que sí, pero que no en un contexto homófobo.
El martes acabó con la reprobación de la ministra por parte del Senado tras una moción impulsada por el PP. Dicha moción versaba sobre la dubitativa gestión inicial del ministerio de Justicia con la defensa del juez Pablo Llarena en Bélgica a cuenta de la demanda interpuesta por Carles Puigdemont. Sin embargo, durante la bronca sesión en la Cámara Alta hubo gritos de "dimisión" y el 'caso Villarejo' no dejó de estar presente.
Aparte del apoyo mostrado por Sánchez anoche, remarcando que no contempla elecciones anticipadas; desde el Gobierno la vicepresidenta, Carmen Calvo, apostaba ayer por la continuidad de Delgado. También lo hicieron la ministra de Sanidad, Isabel Celaá, o el propio Marlaska, que intentó quitar hierro a la situación y aseguró que el Gobierno está "cohesionado" y que, respecto a lo dicho por Delgado, "importan más los hechos que las palabras".
Desde el PSOE, la portavoz del partido en el Congreso, Adriana Lastra, también quiso echar un cable a Delgado y defendió su continuidad, culpando del "ruido" existente a la oposición. Algo que también ha hecho Sánchez hoy, al afirmar que "quien tiene que hacer autocrítica por todo este asunto es la oposición".