El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habló este lunes con la ministra de Justicia a cuenta de unos audios publicados que evidencian charlas con el excomisario José Villarejo y que le comprometen. Dolores Delgado, que ha pedido ir al Congreso de los Diputados para explicar unos hechos que ha ido reconociendo según se han publicado las informaciones, asegura que cuenta con el respaldo del presidente, sin embargo, tanto su situación como la del Gobierno es compleja.
Tras la conversación de anoche entre ministra y presidente, fuentes de Moncloa se limitaron a subrayar lo "clara y contundente" que fue Delgado en su comunicado, en el que avisaba de que no se dejará chantajear por Villarejo y mostraba su voluntad de comparecer en la Cámara Baja para dar todas las explicaciones sobre este asunto.
La ministra admitió ayer que a lo largo de sus 25 años como fiscal de la Audiencia Nacional "tiene recuerdo de haber coincidido con Villarejo en tres ocasiones junto con otros mandos policiales y cargos judiciales y fiscales", un matiz que desmiente su primera negación sobre los encuentros con el excomisario y que ahora achaca a una confusión con otra persona del mismo apellido.
Los audios publicados por Moncloa.com cercan a la ministra de Justicia; el tono y las conversaciones parecen de total confianza y contradicen la primera versión en la que nunca vio a Villarejo cuando era fiscal.
Llama a Marlaska "maricón" y reconoce que prefiere trabajar con hombres que con mujeres
Las grabaciones por las que el PP ya ha pedido la dimisión ("mintió, no puede seguir un minuto más" dijo ayer el secretario general Teodoro García Egea) se corresponden a una comida en el restaurante Rianxo en 2009 en la que Delgado departía con, entre otros, Villarejo y Baltasar Garzón. En ese ambiente distendido en el que se celebrara una medalla a Villarejo, se escucha -siempre según las notas de audio aportadas por ese medio- a la ahora ministra y entonces fiscal de la Audiencia Nacional, decir "es un maricón" durante una conversación sobre la homosexualidad de Fernando Grande Marlaska, actual ministro de Interior y entonces juez de la Audiencia. Además de su comentario, Delgado pone nombre a quien se refiere al preguntar Villarejo que de quién habla y responder con Marlaska. Además, participa de los comentarios homófobos de quienes le acompañan en la mesa.
Delgado ha negado tanto que se refiriera a Marlaska como la veracidad de las grabaciones, que dicen estar "solapadas" y pegadas: "Se afirman determinadas cosas que el que me conozca, entre ellos mi compañero Marlaska, sabe que no me refiero a él. Es amigo desde 2004, cuando llegó a la Audiencia Nacional", ha dicho esta mañana en el desayuno informativo celebrado por el club siglo XXI.
El Ministerio de Justicia ha aclarado después que Delgado sí se refería a Marlaska, pero, precisan, esta palabra no hacía alusión a su condición sexual, sino que era una forma de hacer alusión a él, que ha sido sacada de contexto. El propio Marlaska ha eludido las preguntas sobre la ministra de Justicia y se ha limitado a decir esta mañana que el Gobierno está "fuerte" y "cohesionado". Más tarde ha asegurado, en defensa de su compañero de gabinete, que "lo importante no son las palabras, sino los hechos".
En otro momento de la conversación, Delgado muestra sus preferencias con el género opuesto tras hacer Villarejo lo propio y reconocer que las mujeres le gustan como "muñecas hinchables". Delgado también se posiciona: "A mí me pasa lo mismo, a mí los tíos me gustan igual. Tontitos, nada", asegura y describe a quien parece ser un nuevo compañero. "Ha venido un tío a la Audiencia monísimo, para qué lo vamos a negar, parece George Clooney, pero le pasa lo mismo, es una nenaza".
Delgado también deja claro que prefiere trabajar con hombres: "Yo te voy a decir una cosa. A mí que me den un tribunal de hombres, de tías no quiero. Y no me llevo mal con las tías, pero de tíos... que sé perfectamente por dónde van. Y cada gesto, cada cosa... por dónde va la historia", dice sobre su ambiente laboral preferido.
Este mismo lunes, el departamento dirigido por Delgado atribuía a la "estrategia procesal" consistente en "atacar al Estado" de Villarejo la filtración de unas conversaciones que mantuvo durante un encuentro con él junto al exjuez Baltasar Garzón y otros mandos policiales. "El comisario José Manuel Villarejo se encuentra en prisión provisional como presunto autor de delitos muy graves. Su estrategia procesal es atacar al Estado y sus instituciones. Primero cargó contra la Jefatura del Estado con grabaciones relacionadas con el rey emérito. Ahora ataca al Ejecutivo en la persona de la ministra de Justicia", dice el comunicado.
Villarejo se encuentra en prisión preventiva desde el 5 de noviembre de 2017 por los presuntos delitos de cohecho, organización criminal, blanqueo o revelación de secretos entre otros.
Moncloa y el PSOE sujetan por el momento a Delgado en el cargo
De dimitir, sería el tercer escándalo que acaba con la salida de un ministro de Sánchez en poco más de 100 días de Gobierno. La primera dimisión fue la de Màxim Huerta apenas una semana después de ser nombrado ministro de Cultura por una condena por fraude a Hacienda. La segunda, hace justo dos semanas y tras varios días de polémica. El 'caso máster' de Carmen Montón llevó a la dimisión a la ministra de Sanidad.
Si finalmente ocurriera la dimisión, Pedro Sánchez la afrontaría desde EEUU, donde se encuentra para intervenir el jueves en la 73 sesión de la Asamblea General de la ONU. La vicepresidenta, Carmen Calvo, ha cancelado por su parte su asistencia esta tarde a un acto de entrega de premios de la 2ª Edición del programa 'Gira Mujeres', según ha informando Presidencia.
Por el momento, Calvo ha asegurado en el Senado que Delgado se va a mantener en el cargo. Lo mismo ha dicho esta mañana la líder del grupo socialista en el Congreso, Adriana Lastra. Precisamente la Cámara Alta celebra esta tarde una sesión en la que Delgado será reprobada por la gestión de su Ministerio en lo respectivo a la defensa del juez Pablo Llarena en Bélgica. El PP ha adelantado la votación a hoy para cercar a la ministra con el 'caso Villarejo'.