
Cuando le preguntas si el nuevo Gobierno es una especie de soplo de aire fresco para los sindicatos dice que no quiere ser "cenizo", pero que si se abren expectativas y no se cumplen sería letal para la izquierda. "La política estaba como una habitación cerrada contaminada por el aire viciado de la corrupción, y se ha abierto una esperanza casi exagerada", afirma. Es la cara y la voz de CCOO, el sindicato más importante de España. Unai Sordo (Bilbao, 1972) está a punto de cumplir un año como secretario general. Su carácter reservado, austero y cercano que, afirma, hace honor a sus orígenes vascos y vallisoletanos, pero sobre todo a su experiencia liderando el sindicato en Euskadi, han obrado el milagro de una renovación generacional sin sobresaltos, inusual en estos tiempos. Se define como de izquierdas, "de familia humilde y jerséis heredados", y tiene una forma de hablar sosegada, sin palabras gruesas. Dice que su primera reunión con el presidente del Gobierno ha sido positiva, pero insiste en que si para abordar la reforma laboral no hay acuerdo con la patronal, el Gobierno debe obrar vía Parlamento. Recalca que un Ejecutivo con Podemos hubiera dado más estabilidad, que la dimisión del ministro de Cultura demuestra que hay menos tolerancia con prácticas dudosas y que la entrada de Urdangarin en la cárcel es un signo de salud y normalidad democrática.
¿El hecho de que Urdangarin vaya a pasar años en la cárcel significa que la Justicia es igual para todos?
Los tribunales han considerado que hubo malversación, prevaricación, fraude y tráfico de influencias, por lo que debe cumplir la pena. Que entre en la cárcel es una señal de salud y normalidad democrática.
¿Qué tal su primera reunión con el Gobierno? ¿Qué compromisos ha adquirido con los agentes sociales?
Ha sido positiva. Le hemos expuesto reivindicaciones sindicales de igualdad, salarios, pensiones, fiscalidad, fraude... Aprecio menos decisión a la hora de encarar cambios en la reforma laboral si no hay acuerdo con la patronal, y aunque el acuerdo a tres es deseable, donde no lo haya el Gobierno deberá optar. El PP aprobó la reforma rompiendo los consensos y por decreto. Apostamos por incorporar acuerdos con la patronal, pero eso no puede ser una coartada para que el Gobierno descarte trabajar apoyos políticos para cambiar aspectos de la reforma si la patronal bloquea la negociación. Sería darle derecho de veto.
¿Y qué les ha dicho el presidente sobre derogar las reformas laborales del PSOE y del PP?
El Gobierno puede adoptar medidas inmediatas, reformulando la normativa y poniendo como primer objetivo la lucha contra la precariedad, que afecta sobre todo a mujeres y jóvenes. No se trata de derogar la reforma para volver atrás, sino de construir una normativa más inclusiva y democrática. Yo hablo de una derogación por elevación, porque no sería inteligente volver a la legislación laboral de 2009. Hablamos de rehacer un marco que de facto suponga una derogación de las reformas, pero por la creación de un nuevo marco laboral.
¿Contarían con la patronal o no? ¿Cuáles serían sus prioridades?
Es mejor hacer los cambios que sean necesarios con el consenso de patronal y sindicatos, pero si no es posible el acuerdo tripartito, deberá hacerse sin la patronal. Las prioridades son todo lo que tiene que ver con la prevalencia de los convenios de empresa sobre los sectoriales, que no se puedan modificar los convenios colectivos de forma unilateral y el tema de la ultraactividad.
¿Cómo valora el nuevo Gobierno?
Hasta que no veamos cómo se desarrolla no vamos a echar las campanas al vuelo. Ha generado una gran ilusión, pero parte de una situación de debilidad tanto parlamentaria como en los estrechos marcos económicos que tiene España, por los Presupuestos y por lo pactado con Europa. Ya veremos si apuesta por un cambio en las políticas sociales.
Al exministro de Cultura le ha durado el cargo seis días. ¿Su dimisión ha sido un acierto o demuestra la improvisación para formar Gobierno?
La dimisión de Huerta demuestra que el nivel de tolerancia con las prácticas dudosas en España es mucho más severo que hace unos años. También que afecta mucho más a la izquierda que a la derecha.
¿Que un Gobierno de izquierdas gobierne con unos Presupuestos de derechas es casi imposible?
Dijimos que eran unos Presupuestos pensados para la resignación y pensamos lo mismo. Aparentemente a corto plazo no hay mucho margen para hacer otra política económica, pero el Gobierno y el Parlamento tienen que aprobar en julio el techo de gasto de 2019 y ahí veremos sus intenciones. Además, el Gobierno puede modificar la legislación fiscal y plantear reformas importantes de cara al próximo Presupuesto. Solo ampliando la base fiscal del país, subiendo impuestos, se puede acometer una política económica más igualitaria e inclusiva.
Vamos, que el techo de gasto será la prueba de fuego...
Será una de las pruebas de fuego para ver las pretensiones del Gobierno. Pero el marco laboral, la negociación colectiva y afrontar la reforma laboral será para nosotros la auténtica piedra de toque.
¿Qué le ha parecido la decisión sobre el buque 'Aquarius'?
Es un gesto de humanidad y de solidaridad que ha puesto en entredicho el populismo rancio y peligroso de Italia y ha sacado los colores a Europa. Es lamentable que la UE no obligue a cumplir unos protocolos de acogida a personas abandonadas en el mar y que estas cuestiones no se aborden como una política integral. No es de recibo que se pase el marrón, si me permite la expresión, a los países mediterráneos. Corremos el riesgo de que proliferen viejos fantasmas y populismos reaccionarios que se aprovechen del miedo y la inseguridad de la gente para fomentar medidas de corte racista. Eso es muy peligroso.
Han desconvocado las movilizaciones del 16 de junio. ¿Eso es porque habrá acuerdo en materia salarial?
Hay un acercamiento en materia salarial, y las cosas se están orientando de forma razonable. Espero que a lo largo de este mes podamos seguir en la misma línea de negociación. Hay un cambio de Gobierno y lo sensato es dar un espacio al diálogo y a la negociación, tanto con la patronal como con el Gobierno. Soy moderadamente optimista.
¿Su opción para la subida salarial es el 2% más el 1% adicional según la productividad?
Podíamos estar en un escenario de acuerdo si fuéramos a una parte fija de subida en torno al 2%, y le sumáramos una parte por la productividad, que está creciendo bastante en los últimos años. En total subiría en torno al 3%, y si eso se complementa con un alza sustancial de los salarios más bajos y de los 1.000 euros como salario mínimo en los convenios colectivos, con 14 pagas, las cosas irían bastante bien. Además, queremos hablar de reducir la temporalidad de jóvenes y mujeres, y de precariedad.
¿Con un Gobierno socialista se aleja el fantasma de la huelga general?
Hemos suspendido las movilizaciones de este sábado y vamos a dar una oportunidad a la negociación, pero si hay bloqueo de nuestras propuestas retomaríamos la vía del conflicto y de la movilización. La huelga general siempre es una de las opciones, no es ningún fantasma.
¿CCOO le va a dar al Gobierno 100 días de gracia, aunque no le dé un cheque en blanco?
Nunca hemos dado un cheque en blanco a ningún color ideológico. Nuestras reivindicaciones van a ser las mismas que eran. Nuestra exigencia va a ser exactamente la misma con Sánchez que con Rajoy.
Se acabó aquello de que quien ganaba elecciones gobernaba. ¿Vamos a pactos de partidos, aunque sean opuestos ideológicamente?
Vivimos en una monarquía parlamentaria, y son los diputados quienes eligen al presidente. No podemos ser constitucionalistas según sople el viento y éste es un Gobierno legítimo y democrático como el anterior. Otra cosa es que este tipo de gobiernos tengan dificultades para generar mayorías que le permitan legislar. Estamos en un sistema multipartidista y el juego de mayorías y minorías va a variar.
¿Este Gobierno técnico y transversal se dibuja para aguantar 2 años?
No preveo que haya elecciones inminentes. Pero tampoco me atrevo a decir que es para dos años, seguramente sea un tiempo intermedio.
¿Usted hubiera preferido un Gobierno de coalición PSOE-Podemos?
Hubiera dado más estabilidad, pero Sánchez ha preferido arriesgarse desde una minoría parlamentaria y jugar un rol de centralidad. El pagano de esta operación es Cs, que se ha quedado sin perfil. El PP está metido en su propio laberinto congresual y, descabezado, tendrá poca capacidad de reacción. En cuanto a Podemos, va a defender su propio perfil, y espero que haya una fiscalización rigurosa al Gobierno desde políticas de progreso y de izquierda.
Oiga, ¿y el PNV ha sido el gran traidor, como dice el PP, y eso a la larga se le volverá en contra?
El PP tras la sentencia de la Gürtel no supo entender que entraba en zona de riesgo extremo, y al PNV no le apetecía quedar como el último báculo, el último apoyo de un Gobierno de Rajoy lastrado por la corrupción. Eso para el PNV era muy difícil de explicar en Euskadi cuando se tiene que disputar las mayorías con muchos partidos.
¿A Rajoy le ha echado la corrupción, Cataluña, o las dos cosas?
Le ha echado la falta de regate político para entender que la sentencia Gürtel no podía pasar puntillas sin consecuencias. Con una actitud más proactiva, tal vez no se hubieran precipitado los acontecimientos. La salida lógica hubiera sido elecciones sin Rajoy o una dimisión donde ellos hubieran gestionado los tiempos de las nuevas elecciones. Rajoy, al blindarse, ha hecho saltar por los aires a su partido y su proyecto.
¿Con Torra se puede esperar una solución para Cataluña?
Cuando conocí los escritos de Torra sentí una seria preocupación. No es un perfil especialmente cualificado para un momento tan difícil. No tiene un gran bagaje político y con sus ideas parece difícil negociar, pero la política acaba llevando a situaciones de necesidad, y creo que en Cataluña se puede empezar a abrir un espacio de diálogo realista. Hay que encontrar un sistema de rehabilitación del autogobierno catalán que sea compatible con el marco constitucional, y eso tal vez requiera una reforma de la Constitución que en estos momentos no es posible.
¿Cambio hacia dónde? Porque algunos plantean volver al Estatut, lo que Torra y Puigdemont rechazan...
Una reforma estatutaria también requiere un referéndum, y por eso habría que valorar también si el marco constitucional español requiere algún tipo de reforma. Yo creo que salir de la dinámica del procés y de la unilateralidad es fundamental. No podemos repetir lo que ha ocurrido estos últimos meses, y el Gobierno de Quim Torra lo sabe.
¿Que haya 'consellers' en la cárcel es un problema porque el tiempo judicial no para?
Es un problema, y si se levantara la prisión provisional para estas personas ayudaría en parte a salir de este atolladero político, aunque la justicia tiene sus tiempos.
¿Garantizar la subida de las pensiones con el IPC es una solución definitiva? ¿El Gobierno se ha comprometido a ello?
Hemos pedido al presidente que mejore la estructura de ingresos de la Seguridad Social como un primer paso para otras medidas estructurales, al tiempo que le hemos señalado la necesidad de derogar la reforma del PP de 2013. Hay que garantizar que las pensiones no pierden poder adquisitivo, esto es evidente. ¿Puede haber más factores a la hora de calcular la revalorización? Sí. El problema de las pensiones es decidir cuánta parte de la renta que genera España se quiere destinar en cada momento a ellas, y esa es una decisión política que puede implicar una nueva política impositiva para hacer el sistema sostenible.
¿Y se puede volver al pacto de Toledo para sacar las pensiones de la bronca política?
Se debe volver al pacto de Toledo, no para despolitizar el tema de pensiones, porque esa es una respuesta ideológica, pero sí para sacarlo del zafarrancho político.
¿Qué le parece el perfil de las ministras de Trabajo y Economía?
De Magdalena Valerio me han dicho que es dialogante, que entiende bien el papel de los agentes sociales. De la ministra de Economía, no tengo ninguna referencia, pero, por su trayectoria, tiene una visión ortodoxa, liberal, de cómo conducir las cuentas del Estado, y, por tanto, no tengo a priori una opinión esperanzadora, pero por sus actos los conoceremos.