Opinión

El factor energético y la inflación a doble dígito

La energía seguirá impulsando la espiral inflacionista

El pasado miércoles, el INE hacía público el indicador adelantado del incremento del IPC que ascendía al 10,2%. Hacía décadas que no soportábamos una inflación tan elevada. Pero aún resulta más preocupante el dato de la inflación subyacente, que excluye alimentos frescos y energía, y que ascendió al 5,5%, incrementándose seis décimas en el último mes. Esto no sólo es un problema español. Ayer viernes, el indicador adelantado de Eurostat dejaba un IPC armonizado en la Eurozona del 8,6%, con una inflación subyacente también algo inferior a la española y en el 4,6%. Por cierto, el IPC armonizado español sería ligeramente inferior quedándose en el 10%. Como habíamos advertido en El Economista reiteradamente, la inflación estaba fuera de control y no sólo era un problema energético.

Lo peor de todo es que también es un problema energético, tanto coyuntural como estructural. Según Eurostat, el incremento de precios energéticos en Europa en junio alcanzó el 41,9% interanual, pese a las rebajas de impuestos y bonificaciones puestas en marcha por los Estados. Un incremento de este calibre supone, en primer término, trasferir masivamente rentas a los países exportadores de gas y petróleo, incluyendo Rusia. En segundo lugar, este drástico incremento del coste energético que soportan las empresas, o se traslada a precios, o las empresas quebrarán o reducirán empleo. Y esta dinámica previsiblemente se mantendrá, en lo que se refiere a gas y petróleo, mientras la guerra de Ucrania continúe.

El precio del carburante depende fundamentalmente de cuatro factores:

En primer lugar, del precio del crudo, que no está, precisamente en máximos históricos, y que tiene recorrido al alza conforme se endurezcan las sanciones a Rusia. En segundo término, de la cotización del dólar frente al euro. Hace unos años un euro valía 1,5 dólares, mientras que ahora está cercano a la paridad. En la medida en que Estados Unidos sí está elevando los tipos de interés, además de reduciendo los dólares en circulación, mientras que Europa va mucho más lenta. Por eso, el euro se podría depreciar, aún más, frente al dólar, lo que llevaría a importar inflación, especialmente en el gas y en el petróleo.

El tercer factor es el margen de refino. Aquí tenemos un déficit de capacidad de refino a nivel mundial. Además, Rusia también exporta refino, y si se extienden las sanciones, el refino incrementará su precio. Y, por cierto, como la demanda de diésel es superior a la de gasolina, se está produciendo el fenómeno de que el diésel, que paga 12 céntimos de euro menos de impuestos, tiene un precio que ha llegado a superar el de la gasolina. Además, el proceso de refino exige pagar derechos de CO2 en Europa, derechos que están cada vez más caros. Estos derechos también se pagan cuando se quema gas para producir electricidad, incrementando su coste.

Queda el último factor, los impuestos y el margen comercial, que sí son factores internos sobre los que se puede actuar. Pero, los factores internacionales, en un mercado mundial, van en sentido contrario.

En la cuestión del gas, el problema es más simple: el principal proveedor de gas a Europa, especialmente a Europa Central y Oriental es Rusia. Alemania ya prevé un corte de gas en otoño y se intenta preparar. Esto no es un problema económico, o, mejor dicho, es un problema económico gravísimo, porque Alemania, y otros países, no pueden suplir el gas ruso para calefacción en invierno. Ante esto, habrá que dejar de quemar gas para suplirlo por carbón en la producción de electricidad, pero no será suficiente. En estas condiciones, continuar con el cierre de las centrales nucleares en Alemania es algo sumamente complicado de explicar, y profundizar en unos errores gravísimos que nos están repercutiendo a todos los europeos, y que ya comentamos aquí hace unos meses.

El gas, y también los derechos de CO2, elevarán los precios de la electricidad. Los mercados de futuros ya reflejan incrementos del precio del gas, y también, en buena parte de Europa, de la electricidad. En la medida en que se desligue, con el tope al gas, la tarifa eléctrica de los precios del gas, esto podría tener un efecto positivo, de reducción de precios. Sin embargo, esto dependerá fundamentalmente del gas que se necesite para atender la demanda de electricidad. Probablemente, con esto sólo podamos aspirar a que los incrementos sean menores en España y Portugal.

Por otra parte, a medio y largo plazo, no se están realizando inversiones suficientes en exploración y refino de hidrocarburos, o incluso en exploración de gas. La razón es que, con la previsión de la transición ecológica, estas inversiones no se podrían amortizar. Si decidimos que en 2035 ya no habrá automóviles con motores de combustión interna, esto afectará no sólo a las ventas de automóviles hoy, y aún más en el futuro, pero todavía más a las fábricas de automóviles y la inversión en fuentes de energía no renovables, que no deberían tener demanda en el futuro y no se podrían amortizar. La transición ecológica es necesaria, pero tiene un coste en forma de inflación que ya estamos empezando a pagar.

Con este panorama en los precios energéticos, e incluso en algunos países de Europa Central Oriental el simple abastecimiento energético, en los próximos meses parece sumamente complicado que la inflación se modere. Un pacto de rentas, es decir limitar el crecimiento de márgenes empresariales y salarios, podría reducir los, ya iniciados e inevitables, efectos de segunda ronda. Pero, esto supone asumir el empobrecimiento general de este shock económico y esto no es fácil. Por otra parte, la subida de tipos de interés encarecerá la financiación, lo que deprimirá la inversión y el empleo. Este proceso de normalización monetaria, que van con mucho retraso en Europa, es inevitable para frenar la inflación, pero supondrá disminuir, aún más, el crecimiento económico.

Este proceso inflacionario, además de la mejora del empleo y del cumplimiento tributario, está llevado a una recaudación fiscal récord. Además, el gasto público sólo está creciendo al 3,2%. Esto nos está permitiendo reducir el déficit público, uno de los desequilibrios más importantes de la economía española. Sin embargo, en otoño, las decisiones de aumentos de salarios y pensiones supondrán un test importante, no sólo para los resultados de las empresas y los presupuestos públicos, sino también para el reparto de la carga fiscal a familias y empresas. De eso hablaremos otro día.

Pero, seamos conscientes de que estos niveles de inflación reflejan que estamos empezando a pagar la transición ecológica, que no es gratis. También reflejan que empezamos a pagar la crisis del Covid, que la política monetaria de los Bancos Centrales sólo difirió, que ya es mucho. Por último, con la inflación, sobre todo energética, también estamos pagando la factura económica de la Guerra en Ucrania. No es barata, pero mucho más caro lo están pagando otros, en defensa, también, de nuestra seguridad y libertad.

comentariosicon-menu8WhatsAppWhatsAppTwitterTwitterLinkedinlinkedinBeloudBeloud
arrow-comments

Comentarios 8

En esta noticia no se pueden realizar más comentarios

A Favor
En Contra

¿Y quienes han creado, crean y seguirán creando todos estos problemas? Efectivamente....Los mismos que se supone tienen que mirar por nuestros intereses...

Puntuación 12
#1
Inspector de Hacienda...y politiquillo...
A Favor
En Contra

Bien calladitos estais ante la DEPREDACION a la gente con impuestos QUE NO EXISTEN EN NINGÚN SITIO y burradas como el de "plusvalias" de los ayuntamientos...

Cuánto cobrais los inspectores por cada acta que firmeis???

Falta de TRANSPARENCIA TOTAL

Puntuación 13
#2
Kaká
A Favor
En Contra

Al articulista parece resultarle todo esto de lo más natural e inevitable... Eso de que la transición energética es necesaria o que los bancos centrales bastante ha hecho con diferir el coste del COVID y han hecho bien... Pues no señor. Vale que la gente tiene lo que merece por pensar como piensa y votar a quien vota, pero que está panda de parásitos hayan hecho algo bien, en eso no se puede estar de acuerdo. Nunca debió haber tipos negativos. Ni se debió cerrar la economía por la gripe de los muy mayores. En cuanto al record de recaudación como algo positivo para cubrir el déficit es ya demasiado... El inmoral

Puntuación 8
#3
Pedo Sánchez dimisión
A Favor
En Contra

Por mucho que Pedo Sánchez manipule el INE no podrá ocultar que la inflación real en España está en el 25%

Todo el mundo sabe que la inflación está en el 25% porque los precios no mienten cuando tienes que pagar la gasolina, la luz o la compra del super.

Pedo Sánchez como viaja a gastos pagados por todos los demás en avión privado y vive a mesa puesta y con criados pues no se entera de nada...

Puntuación 7
#4
Teudis Carmona
A Favor
En Contra

Europa ha declarado una guerra económica a Rusia de forma unilateral. Financia un ejército de mercenarios y a un presidente indolente con el sufrimiento de su pueblo. Pero además de sancionar, boicotear y confiscar a empresas, ciudadanos, y autoridades de Rusia. RENUNCIA A LAS FUENTES ENERGÉTICAS DE RUSIA. LAS mismas fuentes que han permitido medrar a Europa. CON DOS COJONES.

Recordemos una vez más que Rusia además de una superpotencia nuclear, es también una superpotencia agrícola, minera, científica. ..PERO ES EUROPA LA QUE DE FORMA UNILATERAL DECLARA LA GUERRA A RUSIA

El Sr. Borrell y demás autoridades en sus coches oficiales no sufren la carestía de los combustibles. Serán China e India.. los que se beneficien de las fuentes energéticas de Europa. YA QUE EUROPA RENUNCIA A LAS FUENTES ENERGÉTICAS RUSAS

Puntuación 3
#5
Teudis Carmona
A Favor
En Contra

LA INFLACIÓN:

-Europa no sólo renuncia a las fuentes energéticas rusas. Además suministra armas a Ucrania para que mate a rusos. El ejército Ucraniano la emplea en atacar a la población civil de Rusia. Pues en Rusia no está el frente.

ADEMÁS CULPA A RUSIA FALSAMENTE. DE TODOS LOS MALES INCLUIDA LA INFLACIÓN.

Recordemos que la inflación tiene su origen en Occidente en los recursos que los bancos centrales han dispuestos para hacer frente a la pandemia de la covid-19. Los muchos recursos puestos en el sistema , recursos infinitos, abarata el dinero al tiempo que unos bienes finitos con cada vez más demanda de una población en crecimiento geométrico. Se encarecen de forma mecánica.

Por tanto el normal encarecimiento de los bienes se ve multiplicado en esta crisis por los muchos recursos puestos en el sistema. Y por una mayor demanda de una población en gran crecimiento.

En cuanto a la actitud criminal del ejército Ucraniano al empleo de las armas de Occidente en la población civil de Rusia. Recordemos que Rusia es la mayor potencia nuclear del mundo

Puntuación 1
#6
VIO
A Favor
En Contra

Si la inflación sube a los funcionarios, los jubilados, los parados y los migrantes les dan igual. Se reúne el gobierno de amiguetes de Pedro Sánchez con la ministra del Paro, Yolanda Díaz Pérez y los sindicalistas palmeros, Unai Sordo de Comisiones y Pepín Álvarez de UGT, y se sube lo que haga falta. Hay barra libre. Otra cosa son los autónomos, los empresarios de Pymes y de micro Pymes. Estos que se apañen como puedan, que paguen más impuestos al subir la inflación y que les vaya bonito. Si quiebran, uno menos. Respecto al comentario final sobre Rusia, creo que sobra, pero en todo caso me recuerda las declaraciones del Canciller alemán que está muy enfadado con Putin por si les corta el suministro de gas antes de hora. En Alemania esperan tener acabadas las infraestructuras necesarias para recibir el gas licuado de Estados Unidos y bien llenos los depósitos para pasar el próximo invierno. Entonces serán ellos los que decidirán cortar de golpe la compra de gas, petróleo, oro y todo tipo de materias primas a Rusia para ocasionarle una terrible crisis económica. Pero que Putin se adelante e interrumpa por su cuenta el envío de gas no entraba en sus cálculos. Eso es una actitud terrorista por parte Rusa. De ocurrir, algunas agencias anticipan el barril a 400 euros. Los países petroleros callados y haciendo caja. Qué chasco, no han abierto la espita. Como se nota que en occidente estamos tan acostumbrados a imponer sanciones a los demás, que el simple hecho que alguien pretenda devolverlas de forma simétrica nos parece un acto inadecuado y poco apropiado. De igual manera, no es lo mismo recaudar impuestos y cobrar un plus por Navidad, que pagarlos, ni trabajar 40 horas a la semana o menos, que 80 o más y generalmente sin vacaciones. En España se desprecia profundamente a los empresarios y se les acosa desde todos los puntos de vista, mientras que se mima a los funcionarios públicos a base de prebendas de todo tipo. Con esta actitud se consigue que el absentismo laboral vaya en aumento y no se toma ni una sola medida para atajarlo, antes al contrario, se promueve desde el Ministerio del Paro forzando a hacer fijos a todos los funcionarios otorgándoles plaza en propiedad. Esperamos un próximo artículo sobre ello. Corolario, es una gran suerte poder contar con las opiniones de F. de la Torre, siempre didácticas, amenas y muy documentadas.

Puntuación 2
#7
Facior
A Favor
En Contra

Temblad!!!! Ayer A. Lastra proclamó al PSOE defensor de los pobres. Si lo que buscan es el voto de los pobres, para ser mayoría necesitarán que el número de pobres aumente. Empobrecer a la ciudadanía es su estrategia actualmente.

Por otra parte, la guerra efectiva no se hace tirando bombas. En 1975 Marruecos se apoderó del Sahara enviando a miles de ancianos, mujeres y niños en la llamada marcha verde. Hoy la guerra contra Europa se libra enviándole miles de emigrantes ilegales. Si a ello añadimos que la natalidad de los aborígenes europeos está por los suelos, en dos generaciones toda Europa estará en manos de africanos.

A mi no me parece ni bien ni mal, me limito a describir lo que veo y lo que he visto.

Puntuación 2
#8