
Todos hemos oído de pequeños el cuento de la lechera que contaba las ganancias que iba a lograr con su cántaro lleno de leche, hasta que tropezó y se rompió el recipiente y con ello sus sueños de atesorar el dinero suficiente para sus proyectos.
Sánchez anunció la semana pasada que concentraría los 72.000 millones a fondo percibido que nuestro país tiene previsto recibir de Europa durante los tres próximos años para favorecer una recuperación exprés, mientras que la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, puso números a las ensoñaciones del presidente. El PIB caerá este año el 11,3 por ciento, pero será sólo un bache para Calviño, porque el próximo se recuperará más del 9 por ciento, gracias a un incremento adicional de la actividad en dos puntos y medio por los fondos europeos.
El cántaro lleno de buenas nuevas se quebró en mil pedazos, como le pasó a nuestra lechera, en menos de una semana desde su estreno. El Fondo Monetario Internacional (FMI) discrepa de Calviño. La actividad se contraerá este año el 12,8 por ciento, un porcentaje sin precedentes en los dos hemisferios; y el que viene se recuperará el 7,2 por ciento, dos puntos menos de lo previsto por la vicepresidenta. Y lo peor es que el déficit alcanzará el 14,1 por ciento en vez del 11,2 y la deuda saltará hasta el 123 por ciento del PIB, en lugar del 118 estimado por el Gobierno. Tampoco mejorará el desempleo, pese a que la recuperación española será más vigorosa que la media de los países occidentales.
¿Por qué la economía española cae más del doble de la alemana (6 por ciento) ó la estadounidense (4,4 por ciento)? Además del peso del sector turístico, que siempre se esgrime, equivalente al 13 por ciento del PIB, está la pésima gestión de la pandemia por parte del Gobierno.
La decisión de confinar a toda la población durante más de tres meses fue demoledora para nuestros intereses. Sánchez optó por el encierro de toda la población en sus casas frente a otros países como Alemania, que en ningún momento prohibieron salir a la calle. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció recientemente que los confinamientos totales son contraproducentes para luchar contra la pandemia.
Después de negarse durante semanas a levantar el estado de alarma, proclamó que habíamos "vencido" al virus e instó a los ciudadanos a "no tener miedo y salir a la calle para reactivar la economía", dando alas a que la población se saltará todas las normas que hasta ahora había pedido observar, incluso con sanciones.
La desescalada no pudo ser más desastrosa. Se dejó en manos de los gobiernos autonómicos inexpertos en la materia para echar las culpas fuera, y en ningún momento se respetaron los criterios científicos.
Los presupuestos son un cascarón vacío de reformas que abren el camino a un posible rescate
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha ido dando tumbos con sus decisiones, como se demostró con la Comunidad de Madrid. De los 500 infectados sobre 100.000 habitantes para ordenar un confinamiento se bajó a 200 y este jueves habló que la barrera infranqueable debería estar en los cien. ¿Dónde está el baremo verdadero?, ¿Por qué no se encarga a una comisión de expertos en vez de dejarlo a la arbitrariedad política?
La puñalada de Illa a la Comunidad de Madrid al prohibir los desplazamientos durante dos semanas en vísperas del Puente del Pilar se dejará sentir sobre todo el tejido productivo nacional. "¿Madrid es España dentro de España. ¿Qué es Madrid si no es España?", dijo la presidente Isabel Díaz Ayuso en el discurso de recepción oficial a Sánchez en la Puerta del Sol. El 20 por ciento del PIB nacional se genera en su capital, que además atrae el 85 por ciento de la inversión extranjera. Paralizar Madrid, es parar la economía española.
El ministro de Sanidad y el Gobierno siguen invocando criterios únicamente sanitarios en la toma de sus decisiones. Lo malo es que es incierto que confinar una población sea el método más efectivo de atacar la pandemia, como reconoce la OMS. Aún no existe una comisión de expertos encargada de validar unas normas comunes para todas las autonomías. Para más Inri, las restricciones de Barcelona, el segundo motor de la economía española, aún más severas que las de Madrid, propinarán un golpe adicional.
El causante del hundimiento de la economía es el caos de política sanitaria del ministro Illa
Pero aquí no acaban las malas noticias. Los 140.000 millones de Europa están en juego por varias razones. Es imposible que estén en enero, como muy pronto llegarán en verano, aunque la fecha más probable es a finales de año. En tal caso, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, tendrá que ordenar al Tesoro la emisión de 27.000 millones adicionales para financiar el primer tramo de las ayudas anunciadas a bombo y platillo por el presidente.
España concluirá el ejercicio como el quinto país más endeudado del mundo, ¿aceptará el mercado un incremento adicional sin que se resienta la prima de riesgo? La mayoría de los expertos opinan que no. "Houston, tenemos un problema", como advirtió el astronauta Jack Swigert, en el accidentado viaje del Apolo 13, en 1970, al observar una luz de advertencia a la que siguió un estallido.
Como todo es susceptible de empeorar, aún se vislumbra un escenario peor: que los fondos no lleguen jamás. El motivo está en las sospechas, que levantan entre nuestros socios comunitarios, la relajación de las mayorías parlamentarias para elegir a ocho de los veinte miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). "Los Estados miembros deben seguir los estándares europeos para garantizar que no se pone en peligro la independencia judicial", advirtió el portavoz de Justicia de la Comisión, Christian Wigand.
Las modificaciones par la reelección del CGPJ, a propuesta de Iglesias, socavan la sacrosanta separación de poderes, inherente a cualquier democracia desarrollada. Sánchez sucumbió, una vez más, ante los cantos de cisne de su vicepresidente segundo, empeñado en implantar una democracia no parlamentaria, sin separación de poderes, al estilo de la Venezuela de Nicolás Maduro.
¿Está dispuesto Sánchez, como secretario general de un partido con más de cien años de historia democrática, a apoyar regímenes como el de Viktor Orban en Hungría o el de Andrzej Duda en Polonia, basados en el autoritarismo? Después de lo visto en Cataluña ó con la Monarquía, supongo que el todo vale es lo que impera en el pensamiento del presidente, con tal de conseguir su objetivo: atacar al PP de Casado, para contrarrestar la metedura de pata de Illa con Madrid, que ha servido para reforzar a Ayuso. Pero corre el riesgo de que Europa le pare los pies.
Por si faltaba algo para que el cántaro europeo acabe hecho añicos, Montero envió a Bruselas este jueves unos Presupuestos vacíos de reformas, en los que deja abiertos las subidas de impuestos a las rentas altas ó a los vehículos diesel, entre otros asuntos controvertidos. La presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, ya amonestó al Ejecutivo por la ausencia de una senda fiscal que garantice el equilibrio de las administraciones a medio y largo plazo.
Hacienda espera obtener 33.447 millones adicionales de ingresos, frente a un déficit público el año que viene de 90.000 millones. ¿Cómo irá achicando la diferencia entre ingresos y gastos?, Nadie lo sabe a ciencia cierta Probablemente, emitiendo más deuda.
Pero donde Bruselas tiene puesta la lupa es en los gastos, cuyo techo crece hasta 196.000 millones. Las cuentas públicas dejan otros cabos sueltos, como un subida del 0,9 por ciento a los funcionarios. Una decisión que puede provocar un terremoto político en un momento en que media España está afectada por los Ertes ó las congelaciones y reducciones de salarios.
Como se sabe, Pablo Iglesias está empeñado tanto en subir el sueldo tanto a funcionarios como a jubilados, dentro de su política manirrota para captar colectivos cautivos de voto a costa de arruinar al Estado.
La Comisión es muy sensible tanto al alza del gasto en sueldos públicos como en pensiones, que también se revalorizarán el 0,9 por ciento el próximo ejercicio sin que el Pacto de Toledo haya aprobado un plan para su sostenibilidad futura. ¿No tenemos suficientes desafíos ya?
El Gobierno basa sus expectativas para la recuperación en Bruselas, pero el cántaro de los fondos europeos corre el riesgo de romperse en mil pedazos, como en el cuento de la lechera, y mandar a la economía a la UCI ó a la quiebra. Todo va a peor y no hay plan B, ni reformas, ni posibilidad de nuevos estímulos. Se está cociendo el próximo rescate.