
La España del año 2006 tenía problemas y asuntos que necesitaban de una imperiosa solución, pero fueron una nimiedad si se compara con lo que vino tras la crisis del 2008 o con el panorama económico y social que está dejando la pandemia del coronavirus. Quizá por ello, los edificios contenedor con pisos de 30 metros cuadrados que planteó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2006 no solo fueron objeto de crítica social sino de una fuerte oposición, incluso, en su propio partido. Hoy esa propuesta que los españoles rechazaron es la que están poniendo sobre la mesa administraciones públicas y empresas. No obstante, cabe decir que la situación económica de la España de entonces nada tiene que ver con la de hoy.
Un dato significativo de esa disparidad es el paro. En el año 2006 la tasa de desempleo se cerró en un 8,3%, el nivel más bajo desde 1979. Una cifra que circunscrita al desempleo juvenil solo asciende al 8,6%. Sin duda, un dato que muestra la bonanza económica que había en todas las capas sociales, también entre los jóvenes, que seguramente fue la razón que motivó que la propuesta de de la ministra de Vivienda del momento, María Antonia Trujillo Rincón, fuera totalmente demonizada. En 2020, por el contrario, la tasa del paro se cerró en un 16,1%, pero crece hasta un 40,1% si solo se tiene en cuenta a los jóvenes. Es decir, un atmósfera opuesta.
Así, la crudeza de estos datos invita a pensar que en la actualidad no se criticaría la medida de los pisos de 30 metros cuadrados, que además se quedó prácticamente en globo sonda: el propio José Luis Rodríguez Zapatero salió en el fragor de las críticas a matizar las palabras de a su ministra. Además, cabe apuntar que el acceso y el precio de la vivienda es uno de los problemas de los españoles en general y de los jóvenes en particular. Por mencionar un dato, España necesita aumentar un 8% el parque de vivienda pública para acercarse a la media de la UE.
Las casas prefabricadas que propone el ayuntamiento de Barcelona
Más allá de la anécdota de los famosos pisos de 30 metros cuadrados, la realidad de 2021 está poniendo de manifiesto que los pisos contenedor y los sistemas de construcción de viviendas en fábrica es una realidad que puede ayudar a solucionar el problema de la vivienda. Así, el ayuntamiento de Barcelona presentó en el año 2018 un nuevo programa municipal de vivienda que pasaba por la construcción de pisos prefabricados hechos con contenedores marítimos reciclados. que se pondrían a disposición de alquiler subvencionado para jóvenes o familias monoparentales.
El primer edificio de contenedores que entregó el ayuntamiento de Ada Colau fue en enero de 2020, en Ciutat Vella. Un retraso que la administración ha atribuido a problemas burocráticos, según revela el portal Idealista. No obstante, el pasado mes de enero el Ayuntamiento anunció una nueva adjudicación de dos nuevos edificios de Alojamiento de Proximidad Provisionales (Aprop), con unos ochenta alojamientos en el entorno de la plaza de las Glòries y en el barrio de la Bordeta. En una rueda de prensa, la concejal de Vivienda de Barcelona, Lucía Martín, ha detallado que entre los dos edificios habrá capacidad para una 200 personas, con 23 alojamientos de un dormitorio y 59 de dos, para ofrecer "una alternativa digna y responder a la emergencia habitacional de la ciudad".
Estados Unidos, China o Nueva Zelanda apuestan por las casas prefabricadas
Esta solución al problema de la vivienda no solo es tendencia en España. De hecho, en EEUU, China o Nueva Zelanda el sector público y privado está viendo en la construcción de viviendas en fábrica una forma rápida de aumentar el parque de vivienda y, además, hacerlo de una manera más barata. "Las casas prefabricadas y fabricación de casas inteligentes representa el futuro de la industria de la construcción como solución sostenible, rentable y eficiente", explica la Liu Daoming, director general de Mhome Group, compañía china que ha levantado con una casa prefabricada de 90 metros cuadrados en tres días.
Una posición similar es la que mantiene la compañía tecnológica japonesa Panasonic, que se ha iniciado en el negocio de las casas prefabricadas en Nueva Zelanda al finalizar este mes de febrero la construcción de su primer modelo prefabricado. Lo cierto, en 2018, el gobierno neozelandés estableció un proyecto nacional, el Kiwi Build Project, para resolver la escasez de viviendas en el país e invitó a fabricantes de viviendas prefabricadas para participar en el proyecto.
La misma filosofía es la que mantiene la compañía californiana Factory OS, que asegura que puede producir edificios contenedores en sus fábrica de una manera más rápida y barata que la construcción tradicional y contribuir así al problema de la vivienda. Un compromiso empresarial que ha sido recientemente apoyado por compañías como Google o Facebook.
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