
En los vehículos actuales hay una infinidad de componentes que la mayoría de conductores ni siquiera saben que existe. Aunque algunos de ellos parecen insignificantes o irrelevantes a simple vista, la realidad es que hasta la pieza más pequeña del motor es decisiva para el correcto funcionamiento del sistema. Y es que a veces basta con que un solo elemento se rompa para que el coche comience a presentar síntomas que van desde la pérdida de potencia hasta una avería general.
Es cierto que la mayoría de personas es capaz de detectar los fallos más comunes en el automovilismo, como pueden ser una batería agotada o unos neumáticos desgastados. Eso sí, solo unos pocos profesionales o apasionados del motor son capaces de descifrar un error en las piezas menos conocidas, como puede ser el TPS.
La importancia de este componente
El TPS recibe este nombre por ser las siglas de Throttle Position Sensor, que en español vendría a ser Sensor de Posición del Acelerador. Se trata de un componente de vital importancia en el sistema de inyección de combustible que mide la posición de la mariposa del acelerador. En otras palabras, es un sensor del cuerpo del acelerador que controla la cantidad de aire que entra en el motor.
Cuando el conductor pisa el acelerador, la mariposa se abre y es entonces cuando el TPS entra en juego: detecta el ángulo de apertura y envía una señal a la Unidad de Control del Motor. A partir de ahí, el sistema calcula la cantidad de combustible debe inyectar para realizar una correcta mezcla con el aire.
Para entender su importancia, hay que tener en cuenta cuáles son las consecuencias de un TPS defectuoso. Y es que si esta pieza falla, el coche puede presentar problemas para arrancar, dar tirones cuando acelera o perder potencia. Del mismo modo puede afectar al bolsillo del conductor, ya que si está demasiado desgastado aumenta el consumo de combustible. Por si fuera poco, en los peores casos, el motor podría apagarse de forma repentina.
Detectar un fallo en el TPS
No hay un solo motivo por el que el Sensor de Posición del Acelerador falla. De hecho, puede deberse a factores muy variados, que van desde la acumulación de suciedad al simple desgaste de la pieza, pasando por cables dañados, exposición a la humedad o un golpe en el vehículo.
Existen varias formas de detectar que el TPS está comenzando a fallar. Una de las señales más evidentes es que el coche no responde correctamente al pisar el acelerador. Otros síntomas son que el ralentí es inestable, que al circular hay demasiados tirones, que las revoluciones son muy irregulares o que el vehículo aumenta el consumo de combustible. Si el conductor evidencia alguno de estos fallos, lo más recomendable es acudir a un experto para que sustituya la pieza.
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