Motor

El automóvil valenciano pierde más empleo desde 2019 que el que dará la gigafactoría

  • Se ha reducido en 3.800 trabajadores, según los datos de Avia
  • El 80% de los proveedores de primer nivel de Ford mantienen Ertes
Un proveedor de asientos de Ford.
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La buena noticia que supone la llegada de la futura gigafactoría de Volkswagen a Sagunto en la que la marca prevé crear 3.000 empleos no oculta la dura realidad de la industria valenciana del motor. Y lo cierto es que desde que la pandemia pisó el freno del sector del automóvil esta industria ya ha perdido en la Comunidad Valenciana más empleo del que está previsto que cree directamente la macroplanta de baterías eléctricas.

Según el clúster regional del automóvil Avia, al cierre de 2021 el empleo de sus 120 asociados, entre los que se incluye la propia planta de Ford en Almussafes, se situaba en 24.500 trabajadores. Cuando llegó la pandemia la propia Avia cifraba en 28.300 los empleados de las empresas asociadas, es decir 3.800 más. De esta forma, el número de trabajadores de las empresas de Avia se ha reducido desde 2019 en un 13%. Según los datos del clúster, el sector incluso llegó en 2018 a 29.800 empleados.

Sólo Ford ha recortado en estos dos últimos años su plantilla en casi un millar de trabajadores con dos ERE y ya ha dejado claro que decida lo que decida respecto a los futuros modelos eléctricos que se diputan Valencia y la planta alemana de Saarlouis, la factoría valenciana tendrá que redimensionarse y reducirá tamaño.

La presidenta de Avia, Mónica Alegre, reconoció que la situación de la factoría de Ford como empresa tractora del sector tiene una especial incidencia en la industria auxiliar valenciana. Así, al igual que Almussafes lleva aplicando ajustes temporales mediante Ertes desde que recuperó la actividad tras el confinamiento, la mayoría de sus proveedores directos también han tenido que acogerse a esta medida por su menor producción debido a los problemas con el suministro de componentes y semiconductores. La directora de Avia, Elena Lluch, señaló que el 80% de la cadena principal de valor, los denominados Tier 1, mantienen Ertes actualmente, mientras que la incidencia es menor en las empresas que no están tan vinculadas a la planta.

Precisamente una de las preocupaciones para las compañías del clúster son las medidas laborales destinadas a reducir la temporalidad y la flexibilidad, que según Alegre fue una de las claves para evitar que los efectos de la pandemia y la actual crisis aún sean mayores en esta industria. "Sin flexibilidad los Erte se pueden convertir en ERE", señaló la presidenta de Avia. Además, también apuntó que es necesario que los fabricantes de coches ofrezcan alternativas a sus proveedores ante la fuerte subida de los costes energéticos y de las materias primas.

Pendientes de Ford... y del corto plazo

Tras la buena noticia de la inversión de Volkswagen en Sagunto, las miradas en el sector están pendientes de la decisión de Ford sobre si Valencia gana la puja por los dos futuros modelos eléctricos de la marca. "Se ha hecho todo lo posible para que la decisión recaiga en Almussafes", aseguró Lluch. Pese al optimismo, Alegre reconoció que hasta la llegada de esa futura carga de trabajo, al menos hasta 2024, "serán complicados por la actual coyuntura". De hecho, apunto que algunas voces no sitúan la recuperación del automóvil hasta esa fecha.

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