
LetterOne está incrementando sus esfuerzos para tratar de sacar adelante su opa sobre Dia a falta de sólo cuatro días para que finalice el periodo de aceptación. Este jueves es, de hecho, la última sesión en la que el holding controlado por Mikhail Fridman podría subir el precio al que lanzó la oferta, a 0,67 euros.
Fuentes de mercado aseguran que representantes de LetterOne mantendrán hoy y mañana varias reuniones en Madrid con "minoritarios de alto nivel (aquellos que cuentan en su poder con, al menos, el 0,2% del capital de la firma)" para intentar lograr que acudan a la opa. "La sensación que tenemos es que están encontrando serias dificultades para lograr el nivel mínimo de aceptación", apuntan personas conocedoras de la situación. Prueba de ello es que el mercado está descontando cuanto menos que la operación está encontrando serias dificultades, con tres sesiones consecutivas cayendo en bolsa, hasta los 0,58 euros a los que se encuentra hoy. Desde el martes, Dia se desploma un 10,8%.
El principal escollo al que se enfrenta Fridman para hacerse con Dia sigue siendo el precio ofrecido, de 0,67 euros, que no logró la consideración de "precio equitativo" por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Esto implica que la cantidad ofrecida no se sitúa en el rango medio de precios al que cotizó la compañía durante el último semestre. Telepizza, que protagoniza una opa en paralelo con Dia, en su caso por parte del fondo KKR sí que contó con esta consideración, en una oferta lanzada a 6 euros.
"La dificultad principal sigue siendo el precio", reconocen fuentes próximas a las negociaciones. No obstante, hoy, 25 de abril, es el último día en el que LetterOne podría elevar el precio de su oferta, aunque nada apunta a que así sea ya que siempre ha negado que fuera a poner un céntimo más sobre la mesa. De hecho, en una reunión con analistas celebrada esta misma semana en las oficinas que Goldman Sachs tiene en Londres, Stephan DuCharme valoró a Dia en 0,22 euros por acción, atendiendo a información obtenida a partir de una selección de firmas de análisis.
Convencer a los minoritarios
Los minoritarios de Dia se calculan, a falta de información oficial por parte de la compañía, en cerca de 40.000 inversores que tienen en su poder algo más del 20% del capital. Convencer a los minoritarios es clave para LetterOne, al menos a una parte, porque de lo contrario, necesitarían que prácticamente todos los fondos internacionales dijeran sí a su oferta, aunque tradicionalmente los grandes inversores institucionales acuden a este tipo de operaciones asumiendo el precio que se ofrece. En su poder tienen, aproximadamente, el 40% de la cadena de distribución, mientras que los fondos nacionales cuentan con cerca del 10%. LetterOne necesita que un 35,51% del capital de Dia acuda a la opa. Este porcentaje representa la mitad del capital al que va dirigida, del 70,9%, aunque la intención inicial de LetterOne era excluir a Dia de cotización, para lo que necesitan el apoyo del 90%.
Western Gate, la división de inversión perteneciente al family office del luso Luís Amaral y propietario de alrededor del 2% en el capital de Dia, ha confirmado que no acudirá a la oferta, siguiendo los pasos de Naturinvest, de la familia Bontoux-Halley, ex socios de referencia de Carrefour, y dueña del 3,261%, que también ha confirmado que no se desprenderá de sus acciones al precio ofrecido por LetterOne.
El problema es que muchos de estos fondos, españoles o no, asumen importantes minusvalías en sus carteras porque son mayoría los que se han quedado pillados en Dia durante el último año, frente a una minoría que entró a comienzos de este año con la acción en mínimos y que, lógicamente, piensan acudir a la opa.
Por detrás de Vanguard, quien tiene un 4,36% de Dia a través de varias decenas de fondos y ETFs, según Bloomberg, hay cinco grandes fondos que controlan el 13,56%. Todos ellos estaban presentes antes de finales del año pasado; de hecho, cuatro de los cinco -CI Investments, LSV AM, Ameriprise y Baillie & Gifford- contaban con posiciones en el verano de 2018, antes del despido del ya ex consejero delegado, Ricardo Currás en agosto y del anuncio del profit warning el 15 de octubre. Baillie & Gifford tenía en agosto del año pasado el 10% de la firma, porcentaje que progresivamente ha venido reduciendo hasta el 2,37%, según los últimos datos ofrecidos por la CNMV. Black Creek (CI Investments) rebajó al 2,98% su posición el 31 de agosto. LSV bajó también por debajo del 3% el 7 de septiembre. Ameriprise tiene el 2,87% desde hace dos años.
Los dos últimos días de la operación, el lunes y martes de la semana que viene, serán claves. LetterOne insiste en que la mayor parte de las aceptaciones se producirán a última hora. Fuentes próximas a la compañía no dan credibilidad a las informaciones que apuntan a la posibilidad de que la opa no salga adelante. Cuestión aparte es que lo haga con más o menos dificultades.