
La bolsa apenas se ha recuperado del pánico que provocó la posibilidad de una economía estadounidense en recesión por los malos datos de empleo del pasado viernes. Y, sin embargo, los indicadores microeconómicos aún no registran una desaceleración de la actividad en Estados Unidos. Los beneficios de las compañías dentro del S&P 500 en el segundo trimestre del año ni descienden ni son peores de lo esperado por el mercado. De hecho, con más de un 75% del índice con sus cuentas actualizadas hasta junio, los beneficios baten de media al mercado en un 5% mientras que los ingresos se oponen a un descenso de la actividad al situarse un 0,9% por encima de lo previsto.
No todas las grandes compañías de Wall Street, entre las que se incluyen los titanes de la tecnología denominadas como Las Siete Magníficas, han satisfecho a los inversores con sus resultados desde abril a junio. Y eso sacudió al S&P 500 incluso antes del desplome de este lunes que afectó a la renta variable global en general. No obstante, el conjunto del índice cubre la decepción de compañías como Microsoft o Alphabet, a pesar del poder que tienen estas compañías para arrastrar al conjunto del índice neoyorquino.
Así, de las 385 compañías del principal índice de Wall Street que ya actualizaron sus cuentas, el 80% cumple con las expectativas del mercado y menos de un 16% presentó unos beneficios que estuvieron por debajo de lo proyectado por los expertos que recoge Bloomberg. Es decir, la evolución de las ganancias de Wall Street no se corresponden hasta la fecha con un entorno de recesión en Estados Unidos sino con la buena marcha de la actividad, como recogen firmas como BlackRock, La Financière de l'Echiquier o Renta 4. "A medio plazo, el crecimiento de los beneficios tiende a converger con la expansión de la economía nominal. Por varias razones; las empresas son parte integrante de la economía y, por tanto, sus resultados están estrechamente ligados a la actividad económica", recuerda el responsable de Carmignac, Kevin Thozet.
La buena marcha de las ganancias en Wall Street es el punto positivo de la temporada del segundo trimestre, como recoge el analista de Generali Investments, Paolo Zanghieri. "Las condiciones fundamentales siguen siendo buenas, aunque mantenemos la prudencia. Como demuestra la experiencia histórica, el pánico es enemigo de las decisiones acertadas", comentó Zanghieri.
Y es que varias firmas de análisis recogen este martes que la reacción del mercado del lunes fue exagerada dada la buena marcha de los beneficios empresariales y que quizá no sea necesario que la Reserva Federal de Estados Unidos acometa un rápido recorte de tipos para evitar una eventual recesión en Estados Unidos. Como dato, desde Pictet WM consideran que buena parte del empleo destruido en julio, el dato que conmocionó al mercado y despertó el pánico de una desaceleración económica, fue de carácter temporal por el periodo estival y por los efectos del huracán Beryl. "Está cundiendo en el mercado la idea de que los datos del mercado laboral apuntan a una recesión inminente en EEUU. Pensamos que estos miedos están injustificados. Es improbable que el crecimiento se desplome y los fundamentales económicos siguen siendo bastante sólidos", señalan en Fidelity.
El sector financiero de Wall Street (que incluye tanto bancos de inversión como bancos minoristas) y las compañías enfocadas a la salud son las claras vencedoras del periodo comprendido entre abril y junio y no solo por el número de compañías que bate al mercado respecto al total de empresas dentro de sus respectivos sectores. Los beneficios de la banca del S&P 500 son hasta la fecha un 8,7% mejores de esperado inicialmente. En el caso de las empresas de la salud del índice neoyorquino roza el 7,5%.
En el lado opuesto se sitúan los valores del real estate estadounidense y del sector energético aunque en estos casos también hayan salido del segundo trimestre mejor de lo que esperaban los expertos.
Del mismo modo, hasta la fecha no se han visto resentidas las expectativas de beneficio por acción para los trimestres que restan del 2024, según las previsiones del consenso de mercado. Si para el segundo trimestre se espera que el beneficio por acción del S&P 500 (una vez que todas las compañías del índice actualicen sus resultados hasta junio) alcance los 60,7 dólares para el tercer trimestre se espera que suba hasta los 62,07 dólares y para el último cuarto del año que supere los 64,4 dólares por acción. "Lo que hemos visto estos días es un cambio más de sentimiento que de fondo. Ya avisamos de que el mercado había crecido mucho y de que era razonable un descanso. Pues bien, fue brusco y algo excesivo. Pero no cambia el fondo: la realidad es que en EEUU los resultados empresariales crecen en el segundo trimestre un 12,8% y se espera que lo haga también en los dos trimestres siguientes", opinan desde el departamento de análisis de Bankinter.
Tampoco se espera un recorte del beneficio neto por acción del índice neoyorquino respecto al número de acciones dentro del mismo en ejercicios posteriores. Para 2024, el mercado proyecta que se superen los 240 dólares por acción que supone un incremento interanual del 11,6%. Y para el próximo ejercicio el salto sería de casi un 15% hasta los 275,7 dólares.
Ante este panorama, las firmas de análisis que recoge FactSet consideran que sigue siendo el momento de tomar posiciones en el S&P 500. El 45% de las recomendaciones del principal índice de Wall Street se decantan por comprar, el 40% por mantener y solo un 10% aconsejan vender, según el criterio de elEconomsita.es que divide las recomendaciones del mercado en estas tres categorías. De hecho, y aprovechando las caídas en Wall Street de las últimas sesiones, el precio objetivo del S&P 500 en los 6.162 puntos implican un potencial alcista superior al 19% desde los niveles actuales.
El pánico del mercado también vino de la mano de las grandes tecnológicas y de la alta expectativa puesta en la inteligencia artificial (IA). Y es que no todas dejaron satisfechos a los inversores. Como ejemplo, Alphabet (Google) publicó unos ingresos y beneficios que no contentaron al mercado y esto implica un recorte superior al 12% desde que cerró el segundo trimestre (incluye el desplome de este lunes).
Pero batir al mercado tampoco garantiza el espaldarazo de los inversores. Apple cerró un buen trimestre y la sesión siguiente a su presentación de resultados se saldó con una caída del 2,9%. Amazon cumplió con lo esperado por el mercado en beneficios por acción y en ingresos. Y, sin embargo, cae un 13% desde que actualizó sus cuentas hasta junio.
El director ejecutivo de DWS, Björn Jesch, no pone el foco en los resultados empresariales, que sí han sido sólidos a su juicio, sino en la capacidad de las empresas para cubrir los costes de la IA. "Crece la inquietud sobre la capacidad de las tecnológicas para recuperar los cuantiosos gastos de capital (capex) relacionados con la inteligencia artificial", según comenta el responsable de DWS.