
La Reserva Federal de EEUU está en el punto de mira de los inversores. Los rumores sobre la celebración de una reunión de emergencia del banco central más importante del mundo aumentan a medida que el miedo se apodera del mercado en una jornada protagonizada por el desplome de las bolsas a nivel global, una corrección intensa del petróleo y otros activos de riesgo. Varios analistas han dejado 'caer' que la Fed podría estar tardando demasiado en flexibilizar su política monetaria, lo que estaría 'empujando' a la economía hacia una recesión. De este modo, en el seno de la Fed podrían estar barajando convocar una reunión de emergencia (mejor tarde que nunca) la próxima semana para anunciar una rebaja de tipos que podría ser de hasta 50 puntos básicos. Si la Fed se ciñe al calendario oficial y no celebra este cónclave extraordinario, habría que esperar hasta el próximo 18 de septiembre, la fecha que estaba marcada en el calendario para anunciar la primera rebaja de tipos.
Aunque por ahora son solo rumores, lo cierto es que los mercados han comenzado a descontar entre cuatro y cinco recortes de tipos (de 25 puntos básicos) en lo que queda de año, llegando a valorarse la opción de una rebaja del precio del dinero de 50 puntos básicos en septiembre o en la supuesta reunión de emergencia que podría celebrar la Reserva Federal.
Cabe recordar que este tipo de reuniones son algo muy excepcional. La última reunión de emergencia se celebró en marzo de 2020 (bajó los tipos de interés al 0% de una sola tacada) en un intento por amortiguar el impacto de la pandemia del covid sobre la economía. Además, por aquel entonces la inflación se encontraba por debajo de la meta, por lo que no existía ninguna duda ni miedo a la hora de bajar los tipos de interés. Ante la presión que generaba la llegada del coronavirus a EEUU, la Reserva Federal (Fed) recortó por sorpresa los tipos de interés en 100 puntos básicos en marzo de 2020.
Hoy, aunque el IPC sigue siendo relativamente elevado, el pánico que se ha desatado en los mercados y la desaceleración de algunos indicadores clave (como el mercado laboral) podrían llevar a la Fed a actuar en una reunión de emergencia, aunque por ahora son solo rumores.
La preocupantemente debilidad del informe del mercado laboral de julio (la creación de empleo cayó de 179.000 nóminas no agrícolas a 114.000, muy por debajo de las 175.000 que esperaban los analistas) ha hecho que los mercados estimen en un 78% la probabilidad de que la Reserva Federal no solo recorte los tipos en septiembre, además ahora ha comenzado a contemplarse un recorte de tipos de hasta 50 puntos básicos de una sola tacada, dejando el precio del dinero en la horquilla del 4,75-5%.
¿Hasta dónde caerán los tipos?
Con todo, los futuros de tipos de interés ya exhiben un recorte total de 122 puntos básicos para este año, lo que rebajaría los tipos de forma intensa. Ahora mismo, el precio del dinero en EEUU está en la horquilla del 5,25-5,5% este año, y prevén que los tipos ya estén en torno al 3% para fines de 2025. Una bajada de tipos de interés podría ser útil para estimular el consumo y la inversión a través del crédito.
La flexibilización de la política monetaria debería impactar de forma positiva (a corto plazo) en la actividad económica, pero en una economía tan endeudada como la de EEUU un incremento del crédito también puede conllevar ciertos peligros de cara al medio plazo. Aunque la Fed tiene espacio para bajar los tipos, el Gobierno Federal ya estaba aplicando una política fiscal muy expansiva que apoyaba el crecimiento. Ahora, si la recesión termina llegando, el Gobierno de EEUU no tiene tanto margen para estimular la demanda, salvo que opten (todo es posible) por incurrir en un déficit público todavía mayor (en 2023 cerró en el 6,3% del PIB, un nivel ya extremadamente alto).
El riesgo de celebrar una reunión de emergencia
La reunión de emergencia para bajar tipos sería un 'parche', pero al menos mostraría la disposición de la Fed para intervenir con contundencia y mostrar a los mercados que el banco central está dispuesto a 'apagar el fuego' allá donde surja dado el elevado margen de maniobra que tiene (los tipos están por encima del 5%).
Sin embargo, como siempre ocurre en estas situaciones, la interpretación de los inversores puede ser la opuesta. La confirmación de una reunión de emergencia sería el reconocimiento implícito de que la situación es realmente grave, lo que podría agudizar las ventas en unos mercados que ya se encuentran al 'rojo vivo' y acelerar la llegada de la recesión e incluso su profundidad.
Marcus Ashworth, analista de Bloomberg, cree también que una reunión de emergencia de la Fed sería un movimiento precipitado que, además, no estaría justificado por los fundamentales de la economía. Este experto cree que la reunión de emergencia sería un error: "La caída de las acciones es, en esencia, un cambio de posicionamiento en el mercado, no una respuesta a un shock económico. Muchos inversores han perdido el control de sus posiciones en operaciones con un apalancamiento excesivo, desde préstamos baratos en yenes japoneses con bajos tipos de interés (que se invertían en activos de alto rendimiento) a la inversión en la burbuja de acciones tecnológicas, especialmente en todo lo relacionado con la inteligencia artificial. Es su momento de Ícaro", asegura este experto. Buena parte de este movimiento está protagonizado por el reajuste de las operaciones de carry trade que tienen al yen como protagonista.
"En la economía estadounidense no se ha roto nada, por lo que no hay justificación para que las autoridades monetarias intervengan y mitiguen las pérdidas de los accionistas. La lengendaria 'put de la Fed' (intervención que se guarda para casos extremos) es una palanca de emergencia que solo se puede utilizar en caso de una verdadera emergencia, y todavía no hemos llegado a ese punto", asegura el experto de Bloomberg.
Con todo, este lunes las bolsas están cayendo con gran intensidad en Europa, mientras que en Asia el Nikkei japonés se ha desplomado un 12,4%. Por su parte, el bitcoin corrige más de un 11% y el petróleo retrocede un 2% para caer a niveles mínimos del año. Este descenso del petróleo se podría convertir en un aliado inesperado de la Fed y los bancos centrales, abriendo la puerta a un recorte de tipos de interés mayor (el petróleo es uno de los principales causantes y desencadenantes de los movimientos inflacionarios).
Mensajes de calma
Más allá del pánico que se cotiza en el mercado también hay quien mantiene la calma. Pimco, una de las mayores gestoras de fondos del mundo, considera que la economía de EEUU se ha ralentizado, pero no se ha hundido y prevé que, en esta situación, la Reserva Federal (FED) acelerará los recortes de tipos a partir de septiembre, pero no hablan de reuniones de emergencia.
El temor a que la economía estadounidense entre en recesión está provocando este lunes sensibles caídas en los mercados bursátiles de todo el mundo. Según Tiffany Wilding, economista de Pimco, los últimos datos de empleo de EEUU dibujan "el panorama de una economía que se ralentiza" pero que "no se ha hundido".
Wilding reconoce que la creación de empleo en EEUU se ha ralentizado, lo que muestra que la economía estadounidense "se está desacelerando". Sin embargo, la economista de Pimco señala algunos detalles que podrían reducir la magnitud de este frenazo, entre ellos el paso del huracán Beryl por Texas (EE.UU.) durante la semana en la que se tomaron los datos, un fenómeno meteorológico que impidió trabajar a miles de personas. Además, apunta Wilding, también ha influido la dificultad del mercado laboral para ajustarse plenamente a la contratación estacional. En su opinión, los datos de empleo "consolidan" las posibilidades de que la Reserva Federal empiece a recortar los tipos de interés en septiembre y aumenta las opciones de que las bajadas sigan "un ritmo más rápido".