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El inversor en bonos globales pierde ya un 3,5% en 2023

  • Los índices de deuda mundial acaban de tocar mínimos anuales por precio
  • En un contexto de incertidumbre, los inversores exigen más rentabilidad
Imagen: Istock.

El mercado esperaba un 2023 muy positivo para la renta fija, pero la profecía no se ha cumplido. La gran mayoría de las categorías de deuda está en negativo, por precio, en el año. El inversor en deuda global ha visto cómo las pérdidas en su cartera de bonos iban profundizando hasta alcanzar, en la actualidad, el 3,5%. Todavía más abultado es el descenso que ha sufrido la deuda soberana, que roza ya el 4,8%. Los índices de Bloomberg que recogen la evolución del precio de ambos activos -el Global Aggregate y el Global Aggregate Treasuries- acaban de tocar sus mínimos anuales. Han ido cayendo a medida que las rentabilidades a vencimiento aumentaban, al anticipar una política monetaria más restrictiva de lo esperado.

Si hacemos un repaso a las principales categorías de renta fija que recoge Bloomberg, también destacan las caídas que han experimentado el precio de la deuda de EEUU, del 3,1%, de los bonos soberanos estadounidenses (-2,9%) o de la deuda corporativa mundial (-2,2%).

El esperado punto de inflexión

Tras el desplome que han experimentado los precios de la deuda, deberíamos encontrarnos, al fin, en el punto de inflexión o cerca de él. La última encuesta mensual de Bank of America a los gestores, publicada el pasado miércoles, no deja lugar a dudas: los encuestados nunca se habían mostrado tan convencidos de que la renta fija arrojará ganancias por precio en los próximos 12 meses. Este activo ya es, en su opinión, lo suficientemente atractivo para posicionarse en él; de hecho, es su activo favorito.

El descenso de los precios durante el presente año es clave para entender ese atractivo (dado que, en renta fija, caídas de los precios se traducen en subidas de la rentabilidad). Tras los descensos, una cesta de deuda global (reflejada en el ya mencionado índice Bloomberg Global Aggregate) ofrece un 4,38%, frente al 3,7% de inicios de año. Y una cesta de deuda pública mundial, un 3,61% (frente a un 3% a comienzos de 2023).

Mención aparte merece el bono estadounidense a 10 años -considerado el activo libre de riesgo de referencia en el mundo-, que ha visto escalar su rendimiento por encima del 5%. A alcanzar esa rentabilidad ha contribuido, en gran medida, el comportamiento de los grandes tenedores históricos, que no sólo no están comprando este activo, sino que lo están vendiendo. Este desajuste entre oferta y demanda también se estaría dejando notar en el comportamiento del precio (y, por tanto, en esas subidas de la rentabilidad) de los grandes índices de deuda.

Javier Molina, analista senior de mercados para eToro, señala: "Las tensiones geopolíticas y el aumento desmesurado del déficit en EEUU están tensionando, aún más, los tipos a largo. Si bien una parte del mercado piensa que se está haciendo el trabajo de la Fed y que no deberíamos ver más aumentos este año, otra parte del mercado se pregunta si el riesgo percibido por los compradores de bonos es ahora mayor, hasta el punto de que no están dispuestos a financiar como lo hacían en el pasado", explica. Le puede interesar: Los fondos a los que agarrarse para evitar la volatilidad de los bonos.

Por su parte, Bert Flossbach, cofundador de la gestora Flossbach von Storch, afirma: "Parece que un número cada vez mayor de inversores prevé que una recesión económica no conllevará necesariamente una caída significativa de la inflación. En consecuencia, vuelven a buscar tipos de interés más altos para los vencimientos más largos. La curva de rendimientos invertida -la que se observa cuando los vencimientos cortos ofrecen rendimientos más altos que los largos- casi ha vuelto a la normalidad".

'Huida' hacia fondos de deuda

Pese a que la renta fija sigue cayendo por precio, lo cierto es que los inversores sí se están posicionando en este activo a través de fondos. Especialmente en las últimas sesiones, que se han visto marcadas por el estallido de la guerra entre Hamás e Israel en Gaza.

De acuerdo con los últimos datos difundidos por Bank of America, los inversores se están refugiando en los activos más seguros, encabezados por la renta fija soberana. "Los flujos hacia fondos de deuda gubernamental se aceleraron la semana pasada, a medida que el sentimiento risk off [de miedo en los mercados] se intensificó debido al aumento de los riesgos geopolíticos", señalan Ioannis Angelakis y Barnaby Martin, estrategas de crédito de BofA.

"Los inversores en renta fija han continuado buscando retornos de calidad", añaden. De acuerdo con los datos del banco estadounidense, los fondos de renta fija soberana domiciliados en Europa captaron 3.002 millones de dólares en la última semana, y en los vehículos de deuda con grado de inversión entraron 1.124 millones de dólares.

Reunión 'tranquila' del BCE

El BCE celebra este jueves, 26 de octubre, en Atenas, su penúltima reunión de política monetaria del año. Se espera una cita 'tranquila', después de que en septiembre la institución anunciase una nueva alza de tipos de 25 puntos (lo que los llevó a máximos de 2001). El mercado sitúa la primera bajada de tipos en abril de 2024, según 'Bloomberg'. Según explica Gilles Moëc, economista jefe de Axa IM, "el elemento clave" de la reunión de septiembre fue la afirmación de que el Consejo de Gobierno considera que los tipos han alcanzado niveles que, si se mantienen durante un periodo suficientemente largo, contribuirán sustancialmente a que la inflación vuelva a situarse oportunamente en el objetivo. "¿Qué hay de nuevo desde entonces? La crisis de Oriente Medio, por supuesto, pero será demasiado pronto para que el BCE tenga una idea clara del impacto que tendrá en su trayectoria general de la inflación", advierte Moëc, que añade que lo "lógico" es que la reunión sea "lo menos agitada posible".

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